El flujo de remesas a México, clave para millones de familias, ha mostrado un retroceso significativo en abril de 2025, al registrar una contracción anual del 12,1%, según informó el Banco de México (Banxico) este lunes. El monto total fue de 4.660 millones de dólares, la cifra más baja para un mes de abril en los últimos cuatro años. Esta disminución mensual fue del 6,9% respecto a marzo, lo que refleja la creciente presión que enfrentan los migrantes mexicanos en EEUU.
Según Banco Base, el deterioro del mercado laboral en EEUU y el miedo a ser deportados han reducido la disposición de los migrantes a trabajar y enviar dinero a México
Impacto del deterioro laboral y las políticas migratorias
La firma Banco Base destacó que, aunque la depreciación del peso debería beneficiar el poder adquisitivo de las remesas, al comparar con abril del año pasado se observó una caída real del 8,5%. Este ajuste refleja el difícil entorno económico y político que enfrentan los migrantes mexicanos.
El Grupo Goldman Sachs refuerza esta lectura, señalando que el debilitamiento de las remesas “ya podría estar incorporando el efecto de las políticas migratorias más duras en EEUU”, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera de millones de hogares mexicanos.
El flujo de remesas en 2024 superó los 64.000 millones de dólares, equivalente al 3,4% del PIB de México, según el Banco Mundial
Flujo acumulado a la baja
En los primeros cuatro meses de 2025, las remesas sumaron 19.015 millones de dólares, lo que representa una disminución de 2,5% frente al mismo periodo de 2024. Aunque en febrero la caída fue más leve (0,8%), la contracción de abril confirma una tendencia preocupante.
Sin embargo, la reducción observada en 2025 amenaza con revertir esta tendencia que durante la última década había mantenido un crecimiento sostenido.
“El proyecto del Congreso de EEUU atenta directamente contra las remesas, una fuente vital para millones de hogares mexicanos”, advirtió la Secretaría de Relaciones Exteriores
Protestas pacíficas por impuestos a remesas
El impacto de las políticas antimigrantes estadounidenses también se traduce en medidas directas. A finales de mayo, el Gobierno de México anunció que convocará manifestaciones pacíficas en protesta por la propuesta del Congreso de EEUU de imponer un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas desde el país del norte.
Este nuevo obstáculo podría agravar aún más la situación financiera de las familias receptoras de remesas, que ya enfrentan una disminución real en su poder adquisitivo.



