En un acto para hacer balance de su gestión, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó este jueves la política proteccionista del expresidente estadounidense Donald Trump, que impuso un arancel del 10% a las exportaciones brasileñas como parte de un programa de «reciprocidad comercial». Lula dejó claro que Brasil «no tolera amenazas a la democracia» y que responderá de forma proporcional y firme a cualquier intento de vulnerar su soberanía.
“No saludamos a otra bandera que no sea la verde amarilla”, enfatizó Lula en un tono firme y nacionalista
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) expresó su compromiso con el respeto internacional y el diálogo, pero subrayó que su país exige reciprocidad en el trato y está dispuesto a actuar con la misma contundencia que recibe.
Una legislación para responder con fuerza
El Congreso brasileño aprobó recientemente una norma que permite al país ignorar directrices de la OMC si otro miembro del organismo incurre en prácticas que afecten gravemente su economía. Esta ley otorga al Ejecutivo la facultad de aplicar medidas equivalentes al daño causado, incluso si estas contravienen principios de libre comercio internacionales.
Con esta herramienta legal, el Gobierno de Lula pretende proteger a las empresas nacionales y salvaguardar los empleos frente a lo que consideran una agresión comercial injustificada por parte de Estados Unidos.
“Un proteccionismo que no debería tener cabida”, dijo Lula, aludiendo a los gravámenes previos del 25% al acero y al aluminio brasileño también impulsados por Trump durante su anterior mandato
Reacción diplomática y económica
Esta nueva escalada de tensiones comerciales entre Brasil y Estados Unidos podría tener repercusiones tanto en el plano bilateral como en los foros multilaterales. Lula insiste en que Brasil seguirá dialogando y respetando a todos los países, pero bajo el principio de igualdad y soberanía nacional.
A la espera de una posible reacción desde Washington, la decisión del Congreso refuerza la posición de Brasil como un actor dispuesto a defender sus intereses económicos sin ceder ante presiones externas.