«¿Debatir uno de los artículos de la Constitución es delito? ¿Se llevó a cabo alguna de esas posibles propuestas? El comandante del Ejército habló sobre eso; se discutió la hipótesis de la Garantía de la Ley y Orden, del artículo 142, del Estado de Sitio, del Estado de Defensa… ¿Cuál es el problema en debatir eso?», dijo Bolsonaro en una entrevista con el portal de noticias UOL.
La semana pasada, la Policía Federal de Brasil acusó a Bolsonaro y a otras 36 personas, muchos de ellos militares, de haber planeado un golpe de Estado e incluso el asesinato de Lula y otras autoridades.
El Estado de Sitio es un mecanismo legal previsto en la Constitución para casos excepcionales (como una guerra o invasión armada extranjera) que anula las garantías individuales y da al presidente de la República poderes plenos.
Bolsonaro afirma ser víctima de una persecución, pero al mismo tiempo admite que tras los comicios en los que fue derrotado hubo movimientos en la cúpula militar, y no niega la existencia de la llamada «minuta del golpe», el documento que preparó su círculo más cercano y presentó a los comandantes de las Fuerzas Armadas.
«La «minuta del golpe» está basada en la Constitución, ¿para qué sirve la Constitución? Es nuestra ley máxima, yo entiendo que es un norte que hay que seguir, si hay una solución ahí, ¿por qué no discutirla?», añadió el líder ultraderechista.
Bolsonaro justifica todos esos movimientos por la falta de confianza en el Tribunal Superior Electoral, el órgano que organiza y verifica el proceso electoral, y que en su opinión era «arbitrario» porque en ese momento estaba presidido por el juez Alexandre de Moraes (que la extrema derecha brasileña considera su enemigo principal).
Al ser consultado sobre si algún subordinado suyo le pidió que diera un golpe de Estado, Bolsonaro no lo niega de forma rotunda y asegura que eso sería «de una tremenda ignorancia» y que el golpe no se hace sólo por voluntad del presidente.
El expresidente brasileño admite que tiene miedo de ser detenido en cualquier momento porque en su opinión todo el proceso está lleno de irregularidades, y no descartó la opción de refugiarse en una embajada de algún país aliado para evitar ir a la cárcel.
«Embajada, por lo que veo en la historia del mundo, quien se siente perseguido puede ir allí; si yo debiese algo estaría en EEUU, no habría vuelto», afirmó.
Tras ser derrotado en las elecciones de octubre de 2022 Bolsonaro pasó tres meses de vacaciones en Florida (EEUU); no estaba en Brasil ni en la toma de posesión de Lula (1 de enero de 2023), ni en el ataque a los edificios de los tres poderes que sus seguidores más radicales perpetraron en Brasilia una semana después.
Al margen de todo este proceso en el que está acusado por golpe de Estado, la Justicia Electoral ya había condenado a Bolsonaro por otros delitos y lo declaró inhabilitado hasta 2030, por lo que en principio no podrá presentarse a las elecciones de 2026.
No obstante, en la entrevista de este jueves, como ya hizo en otras oportunidades, Bolsonaro reafirma que será candidato a presidente en 2026, a pesar de sus crecientes problemas con la Justicia.
Tras el informe policial de la semana pasada, la Fiscalía decidirá en las próximas semanas o meses si denuncia formalmente a Bolsonaro, que en el hipotético caso de ser juzgado y condenado podría sumar hasta 28 años de cárcel.