La lista de países firmantes conocida este lunes incluye a la totalidad de los países que integran el G20 con la única excepción de Argentina, que según el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva aún está estudiando su potencial incorporación. La alianza cuenta, además, con el aval de bloques como la Unión Europea y la Unión Africana.
La reunión de líderes del G20 que ha arrancado este lunes en Río de Janeiro ha brindado también el primer encuentro cara a cara de Lula con su homólogo argentino, Javier Milei, tras el encendido cruce de críticas. Ambos se han dado un frío saludo en el inicio de la jornada, en la que el mandatario brasileño ha recibido uno a uno a todos los invitados.
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, cuyo periodo de adhesión sigue técnicamente abierto, plantea una serie de compromisos para adoptar políticas y programas específicas, con vistas por ejemplo a ayudar a 500 millones de personas con transferencias de renta en países de renta baja y media y que 150 millones de niños tengan acceso a comedor en sus escuelas, según la nota oficial recogida por la Agencia Brasil.
Esta iniciativa contará con perfil individual pese a estar vinculada al G20 y dispondrá de un sistema de gestión propio a mediados de 2025, si bien será Brasil quien asuma hasta entonces el liderazgo de las funciones esenciales.