«Se está normalizando después de tener algunas filas en las estaciones de servicios. Contamos con los volúmenes para abastecer y no es necesario las filas», explicó Lanza, en contacto con la prensa local.
El abastecimiento de diésel aún no se normaliza en Bolivia desde marzo y la mayor demanda del carburante es del transporte pesado y del sector agrícola.
«Hemos visto que hubo mala información de fuentes no oficiales que generan especulación y la gente acude a las estaciones de servicio generando filas», dijo.
Para garantizar el abastecimiento y evitar el contrabando del carburante, el Gobierno instruyó controles militares en estaciones de servicios y a cisternas distribuidoras.
«Se trabaja con las Fuerzas Armadas, las cisternas salen con oficiales del Ejército que garantizan la llegada hasta los surtidores», indicó.
La producción de petróleo y condensado cayó de 18 millones de barriles al año en 2014 a 8,6 millones de barriles en 2023.
En consecuencia, Bolivia solo produjo el 44 por ciento de gasolina e importó el 56 por ciento en 2023, mientras que en el caso del diésel produjo el 14 por ciento e importó el 86 por ciento.