Esta mejora de las perspectivas económicas de la región se debe a la demanda externa más fuerte, originaria principalmente de Estados Unidos, donde se espera un mayor crecimiento.
Al mismo tiempo, se han revisado a la baja los riesgos que podría suponer para los países latinoamericanos el menor desempeño económico de China, que tendrá un efecto «limitado» en los precios de las materias primas.
Los efectos retardados del ajuste monetario seguirán pesando sobre el crecimiento a corto plazo, pero con una potencia cada vez menor. Dado que se prevé que la inflación en la región seguirá desacelerándose y convergiendo hacia los objetivos nacionales a finales de 2024, se espera que los bancos centrales sigan reduciendo las tasas.
En este sentido, el organismo ha sostenido que a medida que se relaje la política monetaria, se dará un nuevo repunte de las inversiones, tanto en 2024 como en 2025. Por el contrario, no se prevé que la política fiscal respalde el crecimiento durante este período.
Al mismo tiempo, el Banco Mundial ha alertado que, incluso en ausencia de un nuevo shock de oferta, la persistente inflación subyacente en las economías avanzadas podría dar lugar a políticas monetarias más restrictivas de las que actualmente están descontadas en los mercados financieros.
En consecuencia, el crecimiento en las economías avanzadas podría desacelerarse más de lo proyectado, impactando potencialmente los precios de las materias primas exportadas por la región de América Latina.
LLEGARÁ AL 2,5% EN 2025 Y SE QUEDA EN EL 2,2% EN 2023
La expansión del PIB de América Latina será mayor en 2025, llegando al 2,5%. No obstante, esta cifra es inferior en una décima a la proyectada en el anterior informe del Banco Mundial del pasado junio de 2023.
Una vez cerrado el año 2023, el Banco Mundial ha concluido que la región habría crecido un 2,2%, lo que supone siete décimas más de las estimadas en su anterior documento de perspectivas económicas. A diferencia de lo que sucede en otras regiones del mundo, esta cifra es una mejora, debido a la débil base de crecimiento de la que venía Latinoamérica.
En muchos países durante 2023, la alta inflación, las condiciones financieras restrictivas, la debilidad del comercio y los fenómenos meteorológicos adversos frenaron la inversión y el crecimiento. Sin embargo, la revisión al alza en 0,7 puntos porcentuales se debe en gran medida al elevado crecimiento de México y Brasil, las dos principales economías de la región.
CRECIMIENTO HETEROGÉNEO POR PAÍSES
Por países, las previsiones del Banco Mundial resultan muy heterogéneas, con cifras para 2024 que van desde el 0,7% de expansión de Ecuador al 38,2% de Guyana.
Argentina y Chile destacarán este año por recuperar la senda de crecimiento, después de experimentar una recesión en el año 2023. En el caso de Argentina, se espera un mejor desempeño del PIB, llegando al 2,7% de aumento (cuatro décimas más de lo previsto en junio), mientras que Chile se mantendrá en el 1,8%.
Brasil llegará al 1,5% en 2024, lo que supone una mejora de una décima respecto a los cálculos de junio. Misma cifra se dará en Bolivia, donde se espera un menor crecimiento, tras un reajuste a la baja de cinco décimas.
En el caso de Perú, tras un año 2023 complicado, el país logrará llegar a un crecimiento del 2,5%. Desde junio del año pasado, el Banco Mundial ha revisado a la baja en 2,6 puntos porcentuales la expansión del PIB peruano para 2023, pronosticando una contracción del 0,4%.
Mientras, Colombia y Uruguay crecerán más que en 2024, alcanzando el 1,8% y el 3,2%, respectivamente. Por su parte, Paraguay se quedará en el entorno del 3,8%, sin superar el 4%, como sí habría sucedido en 2023 y como se proyectaba inicialmente para este año.
México seguirá en 2024 por la línea de las sorpresas positivas, y elevará su PIB en un 2,6%, lo que supone siete décimas más de lo calculado en junio.
Tras un 2023 en el que ha visto como se rebajaban sus expectativas de crecimiento, República Dominicana llegará al 5,1% de expansión en 2024, tres décimas más de lo que preveía el Banco Mundial con anterioridad.
Finalmente, el desempeño económico de la región de Centroamérica será muy parecido. El país que menos crecerá será El Salvador (2,3%), mientras que Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica superarán el 3%. Panamá se quedará en el 4,6%, una cifra menor a la pronosticada en junio y con la que cierra el 2023.