La aseguradora señala que el mercado asegurador de la región ha tenido uno de los mejores comportamientos a nivel mundial en 2022, con un significativo crecimiento en la emisión de primas, tanto en el segmento de los seguros de No Vida como en el de Vida.
Este crecimiento se debe a un mejor comportamiento económico de los distintos países que componen la región y a la «rápida» respuesta de los bancos centrales de la zona ante el repunte de inflación, de tal manera que el entorno de tipos de interés ha ayudado a la recuperación del segmento de Vida a nivel regional, a diferencia de lo que sucedió a nivel global, donde experimentó un retroceso.
Así, las primas del segmento de los seguros de Vida en América Latina, que representaron el 42,3% de las primas totales en 2022, experimentaron un crecimiento del 15,3% medido en dólares, hasta los 73.456 millones de dólares (69.838 millones euros). Por su parte, las primas del segmento de No Vida mejoraron un 16,4%, hasta los 100.218 millones de dólares (95.281 millones de euros).
Dentro del negocio de Vida, las primas de los seguros de Vida individual y colectivo, que representan el 35,8% del total de las primas de la región, crecieron el 13,1% frente al 8,7% de 2021.
Los seguros Previsionales y de Pensiones experimentaron un crecimiento del 29,2%, en línea con el incremento del 30% de 2021, aunque estos tienen un peso todavía relativamente pequeño en el negocio de Vida de la región, al representar un 6,5% de las primas totales en 2022, aunque con una tendencia creciente.
El informe de Mapfre resalta la «importante contribución» del mercado colombiano en el crecimiento del segmento de los seguros de Vida a nivel regional, el cual se sumó al buen comportamiento del mercado brasileño –principal mercado de la región– y de otros mercados con un peso significativo como el argentino y el chileno.
Por su parte, en el segmento de los seguros de No Vida, el crecimiento fue prácticamente generalizado entre todos los mercados de la región, siendo el mercado colombiano el que presentó un menor crecimiento en dólares, a diferencia del crecimiento significativo de los seguros de Vida.
A nivel agregado, el segmento de los seguros de No Vida superó al del segmento de Vida gracias a la recuperación del ramo de automóviles, que representa el 17,1% del total de primas en la región y creció un 25,6% (8,7% en 2021). Eso le ha permitido superar el nivel de primas anterior a la pandemia.
El ramo de Salud, por su parte, se desaceleró, aunque registró un crecimiento en primas en 2022 del 10,4%. Destacaron igualmente los crecimientos de otras líneas del negocio de No Vida como la de Accidentes de trabajo (24,1%) y Otros daños (20,3%).
Desde el punto de vista de la estructura, los mercados aseguradores de América Latina que presentaron mayores niveles de concentración fueron Uruguay, Costa Rica y Nicaragua. Por su parte, Perú, Venezuela, Honduras, Panamá, República Dominicana, El Salvador y Guatemala presentaron valores del índice propios de mercados concentrados. El resto de los mercados latinoamericanos presentan índices por debajo del umbral que anticipa niveles moderados de concentración.
El análisis indica que el panorama para América Latina continúa presentándose «complejo» para los próximos años, en un contexto de endurecimiento de las condiciones financieras externas e internas por las políticas monetarias restrictivas para controlar la inflación, una desaceleración del crecimiento del empleo, con altos niveles de empleo informal y bajas tasas de participación, lo que se une a unas cuentas públicas «deterioradas» que «limitan el espacio fiscal en apoyo del crecimiento económico».
Además, Mapfre Economics señala que la ralentización y potencial caída en recesión de los Estados Unidos y los problemas de la economía de China pueden contribuir a «ensombrecer» el panorama para los próximos años, al tratarse de los dos principales socios comerciales de la región.
TENDENCIAS ESTRUCTURALES
El índice de penetración –que mide el peso de las primas sobre el PIB– promedio de la región se ubicó en el 3,01% en 2022, superior al del año previo en 0,05 puntos porcentuales. El indicador mejoró tanto en el segmento de los seguros de No Vida, al situarse en el 1,74%, frente al 1,70% del año previo, y, en menor medida, en el segmento de los seguros de Vida, al colocarse en el 1,27%, frente al 1,26% del año anterior. Mapfre prevé una tendencia al alza de la penetración de los seguros en la región a lo largo de la década, a la cual ha contribuido principalmente el desarrollo de los seguros de Vida.
En lo que se refiere a las primas per cápita, el indicador se situó en 276,4 dólares (262,7 euros), lo que supone un aumento del 15,2% respecto al nivel registrado en el año previo. El crecimiento significativo de las primas del sector asegurador en 2022 y el mejor comportamiento de los tipos de cambio frente al dólar explicarían esta mejora en el nivel de densidad respecto del año previo, superando el nivel anterior a la pandemia.
Por último, Mapfre estima que la brecha de protección del seguro (BPS) para el mercado asegurador latinoamericano se situó en 267.200 millones de dólares (254.026 millones de euros) en 2022, un 5,8% más que la estimada el año previo.