El gobernador de la región, Humberto Sánchez, ha emitido un decreto tras analizar la situación en más de una treintena de municipios en los que existe escasez de agua para consumo y riego.
Así, ha estipulado que la situación puede ser calificada de «desastre» en zonas como Morochata, Tacapoya, Cocapata, Arque, Punata, Tarata, Anzaldo, Toco, Omereque y Vacas, mientras que otra veintena de municipios, entre los que se encuentran Sacaba y Sipe Sipe, se encuentran en situación de emergencia.
Sánchez ha indicado que esta declaración permitirá realizar los «ajustes presupuestarios necesarios para hacer frente a la sequía y coordinar a nivel nacional las medidas para paliar los efectos».
«Los recursos se han agotado, pero con esta norma vamos a poder modificar el presupuesto y disponer de recursos que no están siendo entregados para afrontar esta crisis hídrica», ha dicho, según informaciones del diario ‘Los Tiempos’.
El gobernador ha anunciado a su vez que está previsto que durante los próximos días se presente ante la Asamblea Legislativa Departamental un proyecto de ley para agilizar los procesos administrativos y poder aumentar el presupuesto.
En este sentido, ha aclarado que las autoridades regionales han agotado ya los recursos asignados para atender este tipo de desastres. Así, el presidente del Congreso regional, Juan Carlos Irahola, ha indicado que durante una reunión con el Comité Departamental de Reducción de Riesgos y Atención de Desastres (Conerade) se ha decidido tomar medidas a corto y medio plazo para mitigar la sequía.
Entre estas medidas se encuentra la perforación de unos 70 pozos para garantizar la dotación de agua para el consumo propio y la adquisición de equipos para la perforación de pozos.
Las autoridades han propuesto frenar la deforestación e intensificar las campañas de forestación con el propósito de generar lluvias, al tiempo que ha hecho un llamamiento al «uso racional» del agua por parte de la población.
Según la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), otros 110 municipios de Bolivia presentan un riesgo medio de sufrir sequía, mientras que otros 116 tienen riesgo bajo debido a los cambios de temperatura.
Al departamento de Cochabamba se suma el de Chuquisaca, que también se encuentra bajo estado de emergencia, si bien los de Oruro y Potosí han emitido declaraciones de desastre.