«El presidente Luis Arce suscribió el Acuerdo en el marco del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas», señala el comunicado de prensa, que divulgó la Cancillería de Bolivia desde su sede diplomática en Nueva York.
El acuerdo establece las reglas de control para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas internacionales «que no están bajo la soberanía de ningún país en particular», se lee en el documento.
Este convenio abre la posibilidad para que países sin litoral como Bolivia puedan aprovechar y explotar recursos del mar en aguas internacionales, dijo el lunes el representante Permanente de Bolivia ante la ONU, Diego Pary.
Este marco legal promueve, además, la transferencia de tecnología y la cooperación científica para abordar los desafíos ambientales y la preservación de la biodiversidad marina a nivel global.
«Bolivia fue uno de los países activos en el proceso de negociación, desde el enfoque de que los mares y océanos son patrimonio común de la humanidad, la inclusión de los pueblos indígenas y comunidades locales a partir de sus conocimientos tradicionales sobre el tema, y la mención especial de los países en desarrollo sin litoral», señaló el martes el presidente Luis Arce, en durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El Acuerdo fue adoptado por consenso después de un largo proceso de conversaciones que comenzaron en 2017, en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar (Convemar) de la que Bolivia es parte.