Esta revisión a la baja se debe al complejo escenario externo que enfrentan las economías de la región durante este año, marcado por bajo crecimiento en la actividad económica y del comercio mundial y unas elevadas tasas de política monetaria.
Además, las turbulencias financieras observadas a comienzos de marzo han acentuado la incertidumbre y volatilidad de los mercados financieros. Por este motivo, la proyección de crecimiento de 2023 para la región está sujeta a riesgos a la baja ante la posibilidad de que resurjan y se acentúen las turbulencias del sistema bancario global.
Junto a los riesgos financieros, persiste la incertidumbre respecto de los efectos a nivel mundial y regional que pudiera conllevar la prolongación de la guerra en Ucrania y el aumento en la fragmentación geopolítica sobre el crecimiento económico, los precios de las materias primas y el comercio mundial.
EFECTOS INFLACIONARIAS Y MONETARIOS SE SENTIRÁN CON FUERZA
Al igual que en el resto del mundo, la inflación en la región muestra una tendencia a la baja. Si bien la Cepal espera que podría estar próxima la conclusión del proceso de alzas de los tipos de interés en varios países de la región, los efectos de la política restrictiva sobre el consumo privado y la inversión se harán sentir con más fuerza este año, dados los rezagos con que actúa la política monetaria.
En términos de política fiscal, América Latina se enfrenta a un escenario en el que tendrá un espacio limitado de maniobra por los altos niveles de deuda pública.
«En un contexto de altas demandas por gasto público, se requerirán medidas para fortalecer la sostenibilidad fiscal y ampliar el espacio fiscal mediante el fortalecimiento de la capacidad recaudatoria y redistributiva de la política tributaria», advierte el organismo.
MEJOR DESEMPEÑO DEL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
Entrando en detalle, Sudamérica tendrá el menor crecimiento de la región, quedándose en una tasa del 0,6% al cierre del año frente al 1% que estimaba la Cepal en su última proyección.
Por su parte, el organismo ha mejorado las perspectivas de crecimiento de Centroamérica y el Caribe, pasando del 3% y 3,1% que se preveía en diciembre al 3,1% y 3,5%, respectivamente.
La revisión al alza para las economías de esta región viene en consecuencia de la mejora de las expectativas de crecimiento de Estados Unidos, el principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países, que beneficiaría tanto al sector externo como al consumo privado. Los menores precios de la energía previstos para este año en comparación con el 2022 también actuarían a favor, dado que varias de ellas son importadoras netas de energéticos.