¿QUIÉN VOTA?
Más de 150 millones de personas tienen derecho de sufragio en estos comicios. El voto es obligatorio en Brasil para todos los ciudadanos alfabetizados mayores de edad y con plenas capacidades legales, siendo opcional para las personas de entre 16 y 18 años y para quienes tienen más de 70.
En la primera vuelta de las elecciones de 2018, la tasa de participación se acercó al 80 por ciento. Los ciudadanos que no participen y no puedan justificar su ausencia se arriesgan al pago de una multa.
¿QUÉ SE ELIGE?
Los brasileños deberán elegir a los 513 miembros de la Cámara de Diputados y 27 de los 81 escaños que conforman el Senado. Además, están en juego el control de los 27 territorios que conforman Brasil, tanto a nivel de órganos legislativos como de gobernadores.
Sin embargo, gran parte del foco está puesto en los comicios presidenciales, en los que Bolsonaro aspira a prolongar una etapa que arrancó en 2019. Su principal rival, Lula, figura como favorito en los sondeos y ya tiene experiencia en el Palacio de Planalto (2003-2010).
La terna de aspirantes la completan otros nueve candidatos, entre los que sobresalen el exministro Ciro Gomes y la senadora Simone Tebet, si bien ninguno de ellos ha logrado consolidar una tercera vía, al menos con las previsiones de los sondeos sobre la mesa.
¿HABRÁ SEGUNDA VUELTA?
Las elecciones tienen siempre lugar el primer domingo de octubre y, en caso de que sea necesaria una segunda vuelta, ésta tendrá lugar el último domingo de mes –el día 30 en el caso del actual proceso–.
Este sistema a doble vuelta se contempla únicamente para las elecciones a gobernador y presidente y obliga a elegir entre los dos candidatos con más votos en caso de que ningún aspirante obtenga la mitad más uno de los sufragios válidos en la primera ronda.
¿CUÁNDO TOMARÁ POSESIÓN EL NUEVO PRESIDENTE?
Brasil dispone de un sistema de urna electrónica que agiliza el recuento y que previsiblemente permitirá conocer al vencedor de las elecciones presidenciales de este domingo en cuestión de horas. Sin embargo, su investidura aún se retrasará casi tres meses, ya que tradicionalmente el traspaso de poderes se efectúa en Brasil el 1 de enero.
La renovación parlamentaria se producirá a finales de ese mismo mes, ya que la actual legislatura en la Cámara de Diputados concluye el 31 de enero de 2023.