«Pido perdón por los errores cometidos durante el año de mi gobierno (…) Pido perdón al pueblo boliviano, por haber confiado en tantos cercanos quienes me traicionaron y abusaron de mi confianza, de mi buena fe, mintiendo y manipulando la verdad, como ocultándola y algunos negociando con nuestros verdugos para volver al poder», ha expresado la exmandataria en un carta publicada en sus redes sociales.
En dicha misiva, divulgada este domingo, cuando Áñez cumplía un año en prisión acusada en el caso ‘golpe de Estado’, la expresidenta ha remarcado que en aquel tiempo todo lo que hizo fue cumplir con su deber «ante un país en convulsión, zozobra y ultrajado por un gobierno saliente que hizo fraude».
Así, Áñez ha reiterado que su única intención era la de hacer «lo mejor para el país», si bien ha trasladado su dolor por ver los ojos de sus hijos «empañados» por una decisión que ella misma tomó. «Me desgarra el alma no poder proteger a mi familia del abuso de los cobardes que se esconden en el poder», ha aseverado.
Finalmente, la expresidenta ha remarcado que, aunque esté «secuestrada», nunca se podrá apresar su «conciencia, valores y dignidad». «Mi conciencia es libre, mi amor por Bolivia es incondicional, mi lucha por la justicia para mí y todos los presos políticos, la libertada y la democracia es un compromiso personal», ha zanjado.
Áñez está acusada de haber actuado en contra de la Constitución y resoluciones contrarias a las leyes por haber asumido la Presidencia «sin cumplir los procedimientos», según la Fiscalía de Bolivia. La expresidenta, quien mantuvo a mediados de febrero una huelga de hambre de quince días, tiene casos abiertos en su contra por el rol que desempeñó en la crisis política de 2019. También está acusada de terrorismo, conspiración y sedición en el marco del caso ‘Golpe de Estado I’.