Argentina lleva 12 años sin tener una inflación por debajo del 25% interanual y ya suma 17 años de inflación a dos dígitos. En 2020, el año del inicio de la pandemia, el IPC argentino registró un aumento del 36,1%, en un ejercicio muy marcado por la caída en la actividad económico por causa del coronavirus.
El alza en los precios de diciembre se explica por el encarecimiento en la categoría de restaurantes y hoteles (5,9%); bebidas alcohólicas y tabaco (5,4%) y transportes (4,9%), entre otros. Todos los grupos analizados por el Indec experimentaron variaciones mensuales al alza. El menos acusado fue el del grupo de salud, con un incremento del 0,5% con respecto a noviembre.
El impulso en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas (4,3%) se explica por la inflación en la sección de carnes y derivados y, en menor medida, en pan, cereales, leche y otros productos lácteos.
En lo que respecta a la inflación interanual, el grupo de restaurantes y hoteles se anotó la mayor subida de precios, con una variación del 65,4%; seguido de transportes (57,6%) y educación (56,1%). En la comparación con respecto a diciembre de 2020, todos los grupos analizados por el instituto de estadística argentina registraron inflación a dos dígitos. Los precios que menos se incrementaron fueron los de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un repunte del 28,3%.