«Recordamos que, con los ritmos de vacunación, los estados requerirán de 57 años para alcanzar la inmunización, por eso apoyamos la suspensión de las patentes farmacéuticas para que las vacunas constituyan un bien público de la humanidad», dice la declaración final de la cumbre del Grupo de Puebla que se realizó desde el martes en Ciudad de México.
El debate sobre la suspensión de las patentes aumentó en el mundo en los últimos meses debido a la pandemia del covid-19 y a la necesidad de fabricar más vacunas.
Países como Perú, Bolivia y Nicaragua han solicitado la liberación de patentes en América Latina.