«Las elecciones del año que viene serán limpias; o hacemos elecciones limpias en Brasil o no tendremos elecciones», afirmó Bolsonaro en una conversación con simpatizantes, según recoge el diario O Globo.
En los últimos días Bolsonaro también dijo que «puede» que no reconozca el resultado electoral y que no pasará la banda presidencial a un eventual sucesor «si hay fraude».
El líder ultraderechista sostiene, sin pruebas, que el sistema de urnas electrónicas que funciona en Brasil desde hace 20 años no es fiable y sus aliados trabajan en el Congreso Nacional para conseguir aprobar el voto impreso.
Las elecciones presidenciales de Brasil deben celebrarse en octubre de 2022 y para que cualquier cambio en el sistema electoral pueda entrar en vigor en esos comicios, debe aprobarse antes de octubre de este año.
La popularidad de Bolsonaro se desgastó en los últimos meses y todas las encuestas apuntan que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), principal candidato de la izquierda, le derrotaría por un amplio margen.