«Los enfrentamientos mortales entre bandas rivales en el área metropolitana de Puerto Príncipe han aumentado en las últimas semanas alimentando la sensación generalizada de inseguridad y creando consecuencias dramáticas para la población civil», relata el último informe de la OCHA.
La oficina de Naciones Unidas ha informado de que estos episodios de violencia han propiciado el desplazamiento forzoso de unas 5.600 personas aproximadamente en el último año. El informe señala que «a menudo» la Policía es incapaz de ofrecer la seguridad necesaria, «dejando que la población se las arregle como pueda».
Muchos de los afectados son niños que han huido a zonas menos peligrosas de la ciudad y ante la falta de asistencia tienen que dormir en la calles, o en el mejor de los casos en refugios improvisados, como iglesias y gimnasios.
La situación de los menores es especialmente crítica, según ha alertado UNICEF, que ha cifrado en más de 86.000 los niños haitianos menores de cinco años que podrían sufrir desnutrición aguda severa este año, en comparación con los 41.000 del año pasado.
«En tan solo un año, se espera que más del doble de niños padezcan desnutrición aguda severa en Haití. En los hospitales, me entristeció ver a tantos niños desnutridos. Algunos no se recuperarán salvo que reciban tratamiento a tiempo», ha contado el director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Jean Gough.
Esta semana ha aterrizado en Haití una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para reunirse con los actores políticos del país, en medio de la «grave situación política, de seguridad y de Derechos Humanos» que atraviesa.
El próximo 27 de junio estaba prevista la celebración de un referéndum electoral para avanzar en la ‘hoja de ruta’ hacia la transición defendida por el presidente haitiano, Jovenel Moise, quien gobierna por decreto por la ausencia de un Parlamento electo, sin embargo este lunes ha sido pospuesta debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus.
Haití vive una larga crisis disparada a principios de año desde que la oposición alegase que el mandato de Moise expiraba el 7 de febrero. El presidente sostiene que el plazo no comenzó a correr hasta la celebración de unas elecciones válidas y que, por tanto, tiene derecho a seguir en el puesto hasta febrero de 2022.