“El Gobierno está en una posición mucho más débil de la que estaba en noviembre de 2019. Los manifestantes ahora tienen el momento a su favor y pueden elevar sus pretensiones y hacer unas demandas adicionales al Gobierno”, dijo Guzmán a esta agencia.
Desde marzo del año pasado el virus logró contener la expresión popular, pero una enfermiza reforma tributaria que el Gobierno radicó ante el Congreso el pasado 15 de abril fue el detonante para que desde el miércoles pasado se liberara de nuevo la protesta social y millones de colombianos se lanzaran a las calles para exigir la derogación de la reforma y realizar una serie de peticiones más.
Como resultado, el presidente Iván Duque debió anunciar el domingo el retiro del proyecto en el Congreso, mientras que el lunes se conoció que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien diseñó la iniciativa, le presentó su renuncia junto a buena parte del equipo económico, lo que aún no logra mitigar del todo las manifestaciones.