«Si en 2020 nos unió el problema, en 2021 nos debe unir la solución. Estamos obligados a aprender para resurgir más fuertes, más responsables, más solidarios y más respetuosos con nosotros mismos, con nuestros conciudadanos y con nuestro entorno vital», ha señalado la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
Los jefes de la diplomacia presentes en el encuentro telemático han recalcado «la importancia del multilateralismo, el consenso y la cooperación para hacer frente a la pandemia», recalca un comunicado emitido por la Secretaría General Iberoamericana.
En ese sentido, en el escrito han subrayado «la relevancia del acceso equitativo a las vacunas y a una financiación internacional rápida y flexible, con mecanismos que respondan a necesidades especificas de los países».
Durante el encuentro se han presentado quince documentos en los que se «articulan soluciones concretas para la recuperación de la región de los efectos de la pandemia», los cuales serán entregados una vez finalice la XXVII Cumbre Iberoamericana para que sean ratificados por los distintos jefes de Gobierno.
En ellos «se aboga por el acceso universal a las vacunas contra la COVID-19; se plantea reformar de manera urgente los instrumentos de financiación para que los países más afectados por la pandemia reciban una ayuda más rápida y flexible, y se presenta un fondo de garantías recíprocas para reactivar el sector cultural».
Esta reunión de los ministros de Exteriores ha estado precedida por la IV Reunión de Coordinadores Nacionales y Responsables de Cooperación de la región, donde se aprobaron diferentes políticas «para prevenir y erradicar la violencia de género, un plan para erradicar la transmisión materno-infantil de la enfermedad de Chagas, un programa para la protección de las lenguas indígenas y otro para promover el rol de la ciudadanía en la consecución del desarrollo sostenible».
