El presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha anunciado este miércoles que a partir del domingo finaliza la cuarentena que todavía permanecía en algunas partes del país, pero mantiene el toque de queda entre las restricciones para hacer frente a la COVID-19, que hasta la fecha deja 876.885 casos acumulados y 33.937 fallecidos.
«Hemos determinado que a partir de este domingo se supera la inmovilización social obligatoria que aún había en algunas regiones», ha dicho en rueda de prensa un Martín Vizcarra que matiza que el toque de queda nocturno seguirá vigente.
«El toque de queda sigue y permanece vigente. No vayan a pensar que estas medidas incluyen levantar el toque de queda. Esta medida está ayudando bastante al control del contagio», ha explicado.
Si bien seguirá vigente la prohibición del uso de vehículos particulares los domingos, por otro lado ha anunciado la reapertura paulatina de las fronteras terrestres, pero siguiendo una serie de protocolos en colaboración con los gobiernos regionales.
En Consejo de Ministros, ha contado el presidente, también se ha acordado ampliar los destinos para los vuelos internacionales, siempre y cuando los trayectos no rebasen las ocho horas de duración, detalla la prensa peruana.
Hasta el momento, Perú había retomado los vuelos internacionales con algunos países de la región, como Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile.
Vizcarra también ha anunciado una serie de limitaciones para poder acceder a las playas del país, después de que algunas autoridades alertarán de los posibles focos de contagio que se podrían dar en estas zonas debido a la gran afluencia de público.
Así, ha explicado que se podrá acudir a las playas peruanas de lunes a jueves, quedando los fines de semana restringido el acceso y solamente permitido a las zonas «colindantes».
En paralelo, el Ministerio de Salud de Perú ha revelado este miércoles un aumento de 970 contagios más y otros 62 fallecidos.
La cifra total de personas que han sido dadas de alta asciende a 792.892, mientras que otras 5.742 todavía permanecen hospitalizadas, de las cuales 1.076 en unidades de cuidados intensivos.