Guatemala pierde unos 12.000 millones de dólares al año, equivalente al 16,3 por ciento de su PIB, por los impactos socioeconómicos derivados de la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad imperantes entre su población, según un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Solo en 2018, la desnutrición y las enfermedades relacionadas provocaron a Guatemala costes sanitarios de 365 millones de dólares, lo que supone el 45 por ciento del presupuesto anual del Ministerio de Salud. El coste del sobrepeso y la obesidad cuadruplicó este mismo presupuesto al alcanzar los 3.500 millones de dólares.
Los expertos temen también efectos en el desarrollo intelectual de la población, ya que se estima que cerca del 45 por ciento de los estudiantes que repitieron curso en 2018 lo hicieron por causas relacionadas con la desnutrición. De hecho, solo nueve de cada cien menores desnutridos logran terminar la enseñanza primaria.
El director regional del PMA, Miguel Barreto, ha advertido de que las dos caras de la malnutrición «son una gran carga para el Estado y la sociedad guatemalteca», por lo que ha abogado por hacer de la lucha contra esta lacra una prioridad. En este sentido, ha subrayado que no se pueden perder «recursos valiosos que podrían hacer una gran diferencia en desarrollo y prosperidad».
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, ha apuntado que el caso de Guatemala no es único, ya que se generaliza en América Latina y el Caribe, «en particular a la población en situación de pobreza y vulnerabilidad». Para Bárcena, se trata de un factor más dentro de la desigualdad que históricamente ha lastrado la región.