Las autoridades sanitarias de Chile han informado este viernes de 1.860 nuevos casos de COVID-19, lo que eleva a 405.972 un balance provisional de contagios que sitúa al país sudamericano como el décimo más afectado por la pandemia a nivel mundial.
La cifra de fallecidos ha aumentado a 11.132, 60 más que el jueves, mientras que 379.452 han superado la enfermedad, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud. Los casos activos se sitúan por tanto en 15.388, informa el diario chileno ‘El Mercurio’.
El ministro de Salud, Enrique Paris, ha apelado a la «esperanza» y ha confiado en que Chile, que «se ha recuperado de terremotos», podrá derrotar al virus «a pesar de todas las vicisitudes». Entre los aspectos positivos ha destacado que la casos asintomáticos ya supongan el 30 por ciento de los contagios detectados y que, por primera vez desde mayo, haya menos de mil ingresados en cuidados intensivos.
El Gobierno, no obstante, no oculta su preocupación por la evolución de la pandemia en la región de Biobío, donde se han anunciado medidas de cuarentena para las zonas de Concepción, Talcahuano, Chiguayante y Hualpén. París ha confirmado que, para evitar la saturación hospitalaria, «por prevención», se ha empezado a trasladar pacientes a la región metropolitana de Santiago.