Nicaragua ha superado en la última semana los 4.000 casos de coronavirus, incluidas unas 130 víctimas mortales, según el balance proporcionado por el Ministerio de Salud de la nación centroamericana.
Las autoridades sanitarias han indicado que en la semana del 4 al 11 de agosto el balance de la pandemia ha aumentado hasta las 4.115 personas contagiadas y las 128 fallecidas, lo que supone un incremento de 213 positivos y cinco muertos respecto a la semana anterior.
«Se han presentado casos en brotes a través de contactos claramente establecidos», han indicado, señalando que en esta semana 159 de ellas «han cumplido el periodo establecido», con lo que desde el inicio de la pandemia ya son 3.413 las personas a las que se ha dado un «seguimiento responsable y cuidadoso». Los recuperados son ya 3.072.
Sin embargo, las cifras oficiales distan mucho de las proporcionadas por el Observatorio Ciudadano, que hace un seguimiento independiente de la evolución de la pandemia en Nicaragua. Según sus cálculos, hasta el 5 de agosto se han detectado 9.436 casos y 2.591 muertos por coronavirus.
El Gobierno de Daniel Ortega ha restado importancia a la crisis sanitaria, limitándose a realizar recomendaciones sobre la necesidad de mantener la distancia social, lavarse las manos y usar mascarilla, ante lo cual asociaciones médicas han llamado al «autocuidado».