La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha revelado que 72.517 personas han regresado a Venezuela a través de las fronteras terrestres desde el 6 de abril, fecha en la que se estableció un período de cuarentena obligatorio para los retornados, hasta el 28 de julio.
Así lo ha hecho en un informe publicado este domingo, en el que ha avisado de que la transmisión comunitaria está aumentando en Venezuela, un país sumido en una crisis humanitaria preexistente.
En concreto, OCHA ha alertado de que, desde el 6 de julio, las autoridades venezolanas han reportado mayor incidencia de casos por transmisión comunitaria que de casos importados confirmados en las personas retornadas, que sobre todo ingresan en el país caribeño a través del estado de Táchira.
Al 28 de julio, el número de casos de transmisión comunitaria representaba el 67 por ciento del total de casos, 11.121, frente al 33 por ciento de casos importados, 5.450.
OCHA también ha asegurado que, hasta el 11 de julio, se habían confirmado 212 casos de coronavirus entre el personal del sector salud. Entre los múltiples factores que podrían ser la causa de estos contagios están la «limitada disponibilidad» de equipos de protección personal, como mascarillas, o su «uso inadecuado», ha señalado la oficina.
Por otra parte, el informe de OCHA también concluye que el acceso continuo a los servicios de agua, energía, gas, combustible y telecomunicaciones sigue siendo un «reto» en diversos estados del país.
OCHA tiene datos sobre el «creciente» número de personas que utilizan biomasa y leña para cocinar debido a la falta de gas doméstico, así como «frecuentes» fallas en el acceso al agua y cortes de energía eléctrica en varios estados.
Aunque la provisión de gasolina mejoró con el establecimiento del nuevo esquema de precios duales, se ha vuelto a reportar la escasez de combustible en varios estados, ha lamentado el organismo.
Además, los impactos socioeconómicos de la pandemia de la COVID-19 han incrementado la preocupación sobre la posible exacerbación de las necesidades humanitarias en el país, principalmente por los efectos de la cuarentena social sobre la actividad económica, así como por la caída de los precios y la producción de petróleo, y la reducción en la demanda de los hogares por la pérdida de ingresos.
El informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020, indica que en Venezuela la prevalencia de subalimentación aumentó de 2,5 por ciento en el período 2010-2012 a 31,4 por ciento en el período 2017-2019, impactando a unos 9,1 millones de personas.
Por otro lado, el informe global de ONUSIDA reflejó que en Venezuela el 40 por ciento de las personas que viven con VIH recibe tratamiento, así como el 17 por ciento de las mujeres embarazadas con el virus.
RESPUESTA DE LA ONU
En este sentido, OCHA ha recordado que el 15 de julio se publicó el Plan de Respuesta Humanitaria para Venezuela, que tiene como objetivo proporcionar asistencia humanitaria a 4,5 millones de venezolanos y necesita 762 millones de dólares.
Hasta el 1 de agosto, únicamente se habían recibido 134,3 millones de dólares para actividades humanitarias, incluyendo fondos para Naciones Unidas y ONGs internacionales y nacionales.