El ministro de Defensa de Brasil, Fernando Azevedo, ha denunciado ante la Fiscalía General brasileña al juez del Tribunal Supremo Gilmar Mendes, quien el sábado afirmó que el Ejército se está «asociando a ese genocidio», en referencia a las muertes por coronavirus en el país.
Mendes criticaba así al Ministerio de Sanidad y el hecho de que esté dirigido de forma interina por el general Eduardo Pazuello. Este lunes y después de una serie de conversaciones, Azevedo ha publicado una dura nota firmada por los tres comandantes de las Fuerzas Armadas.
«Comentarios de esa naturaleza, completamente apartados de los datos, generan indignación. Se trata de una acusación grave, además de infundada, irresponsable y sobre todo frívola. El ataque gratuito a las instituciones del Estado no fortalece la democracia», señala el texto, recogido por la prensa brasileña.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se ha apoyado en cargos militares para la gestión de ministerios desde el inicio de su mandato, pero en el caso del Ministerio de Salud hay hasta 28 altos cargos militares, la mitad de ellos en activo.
Pazuello en concreto no ha estado exento de polémica por defender la hidroxicloroquina como medicamento para pacientes de coronavirus y también se ha criticado la opacidad de los datos sobre contagios y muertos para intentar maquillar las cifras.
Además Bolsonaro ha generado hostilidad institucional al encararse tanto al Supremo como a los gobernadores a los que reprocha la gestión de la crisis de coronavirus.
Brasil es el segundo país del mundo tanto en contagios, 1.866.176, como en fallecidos, 72.151, según las cifras oficiales, solo por detrás de Estados Unidos.