El juez Olvis Égüez ha sido elegido este martes nuevo presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia después de que ocho de los nueve magistrados que forman la corte dijeran haber «retirado la confianza» depositada en la hasta ahora titular, María Cristina Díaz.
«Nosotros conocemos perfectamente las dificultades que se atraviesan en todas las instituciones públicas y particularmente en el órgano judicial. El órgano más importante del Estado debe seguir adelante», ha afirmado tras jurar el cargo.
Égüez ha aseverado que su trabajo se desempeñará en pleno debate, dado que es la única forma de «realizar el ejercicio democrático». «Vamos a poder sacar las mejores ideas para que sean implementadas en todo el territorio nacional», ha manifestado, según informaciones del diario ‘El Deber’.
La salida de Díaz ha suscitado la polémica después de que ésta se negara a abandonar el cargo. Poco antes de conocerse el nombramiento de Égüez, dijo sentir que trataban de «defenestrarla» por «intereses personales, políticos e incluso de género».
La magistrada asumió la presidencia del Tribunal Supremo en noviembre de 2019 tras la renuncia de José Antonio Revilla y en medio del conflicto electoral que vivía el país. Incluso el exlíder cívico cruceño Luis Fernando Camacho llegó a proponerla como jefa de Estado.
La Ley del Órgano Judicial establece una duración de tres años para el mandato del presidente del TSJ y no contempla su destitución ni «retiro de confianza». Esa figura tampoco está prevista en la Constitución Política del Estado (CPE).