El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, ha generado una nueva polémica al reconocer que desconocía el nivel de pobreza de la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, Santiago, y que es el epicentro de la pandemia de coronavirus en el país.
«Hay un sector de Santiago donde hay un nivel de pobreza y hacinamiento, perdón que lo diga, del cual yo no tenía conciencia de la magnitud que tenía», ha dicho en una entrevista con el programa Mucho Gusto de Mega, según recoge la prensa chilena.
«Uno visita lugares pero cuando uno entra ahora, después de no haber ido en dos años, (…) dice: ‘Aquí vivían diez personas en esta casa y ahora están viviendo cien personas'», ha añadido.
Mañalich ha explicado que «se hace muy difícil hacer un aislamiento social» en esas condiciones, por lo que «la tasa de contagiosidad» aumenta en esos lugares, entre los que ha destacado Santiago Poniente.
Las palabras de Mañalich, que ya ha sido criticado por otros comentarios durante la pandemia, entre ellos que el virus podía mutar y «convertirse en buena persona», han causado indignación entre la oposición.
En este contexto, tanto el ministro de Interior, Gonzalo Blumel, como la portavoz del Gobierno, Karla Rubilar, han defendido públicamente a Mañalich. El presidente, Sebastián Piñera, ya le justificó diciendo que «es un tremendo ministro de Salud pero tiene un carácter muy difícil».
Blumel ha destacado que Mañalich «ha trabajado gran parte de su vida profesional en la salud pública y conoce bien la realidad y la necesidad de los chilenos». «El Gobierno tiene profundamente claro las diferencias y desigualdades, no solamente de la comunas de Santiago sino que también las que tenemos entre las regiones», ha apostillado Rubilar.
Con todo ello, el ministro de Interior ha considerado que «no tiene ningún sentido armar una polémica que no tiene mayor fundamento, en particular con un ministro que ha dado prueba de un compromiso y una vocación pública».
Las declaraciones de Mañalich son especialmente polémicas por la ola de protestas que estalló el pasado mes de octubre en Chile para denunciar las desigualdades sociales, que se saldó con más de 20 muertos y un proceso constituyente que ha quedado suspendido por el coronavirus.