El ministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, ha explicado este miércoles que permanecerá en el cargo hasta que el presidente, Jair Bolsonaro, logre encontrar un sustituto y ha lamentado la falta de consenso y acuerdo durante estos «sesenta días de batalla» contra el nuevo coronavirus.
«Sesenta días teniendo que medir mis palabras. Hablas hoy y te entienden, que están de acuerdo, pero después cambian de opinión y dicen todo lo contrario. Vas, hablas, parece que todo está arreglado y después el compañero cambia el discurso de nuevo. Suficiente, ¿verdad? Y hemos ayudado mucho», ha dicho.
El todavía titular de Salud ha hablado para la revista brasileña ‘Veja’, después de haber comparecido ante los medios a razón de la crisis sanitaria global del coronavirus, que en Brasil ha dejado hasta el momento casi 29.000 afectados y más de 1.700 víctimas mortales.
En dicha intervención, Mandetta ha confirmado que uno de sus ayudantes, el secretario de Vigilancia y Salud, Wanderson de Oliveira, le había presentado su dimisión, pero la ha rechazado porque, tal y como le ha dicho, «entramos juntos y saldremos juntos».
Mandetta ha contado durante la entrevista que no se arrepiente de nada y ante la pregunta de si su salida cambiará algo ha respondido que no lo puede saber, pero que «el virus se impone», pues «no negocia con nadie, no lo hizo con (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump, no lo hará con ningún otro gobierno».
Por el momento, Mandetta ha descartado continuar ligado a la vida pública una vez finalice su mandato y ha insistido en la necesidad que tiene de «seguir trabajando» y ganarse «el pan», pues tiene hijos que todavía están estudiando.
Mandetta, que ha asegurado haber pasado por «peores desafíos» que liderar el Ministerio de Salud, como ir a Estados Unidos a estudiar dejando en Brasil a su esposa y sus hijos, ha mostrado su plena disposición para colaborar con cualquiera que solicite su ayuda durante la transición.
Desde que se inició la crisis del Covid-19, Mandetta y Bolsonaro has evidenciado profundas diferencias sobre cómo se debe afrontar la crisis sanitaria. El ministro es partidario de adoptar medidas drásticas, tales como el confinamiento total de la población, algo que el presidente rechaza para no dañar la economía.
Las diferencias de criterio quedaron patentes una vez más el domingo, cuando Mandetta afirmó públicamente en una entrevista con TV Globo que hay «diferentes modelos» en el Gobierno, indicando que «el presidente mira por la economía» y el Ministerio de Salud por «la protección de la vida».