El coronavirus no solo ha generado una alerta sanitaria en países como China, Irán o Italia, sino que también está causando problemas económicos a nivel mundial, y la industria del entretenimiento no ha escapado a los devastadores efectos de la enfermedad.
En 2019 se obtuvieron más 31.000 millones de dólares de taquilla a nivel mundial. Sin embargo, según las cifras publicadas por The Hollywood Reporter, los analistas ahora calculan que la recaudación ha caído drásticamente y ya se habrían perdido 5.000 millones a causa del COVID-19.
La causa principal de esta pérdida es el cierre de las salas de cine en las zonas afectadas, especialmente en China. En el país asiático, el segundo mercado de películas más grande del mundo, más de 70.000 salas de cine han cerrado sus puertas desde que comenzó el brote. Esto, a su vez, se estima que ha contribuido con 2.000 millones de dólares a las pérdidas ya mencionadas.
En Italia se estima que casi la mitad de los cines del país han cerrado para frenar la propagación del virus. En Corea del Sur, quinto mercado de películas más grande del mundo, los cines permanecen abiertos pero la asistencia ha bajado un 80% desde 2019 y la situación es bastante similar en Oriente Medio, Japón y Reino Unido.
En cuanto a Estados Unidos, los distribuidores de películas están comenzando a posponer las fechas de estreno en el extranjero. Disney ya ha aplazado los lanzamientos en China de Mulan y Onward, así como el lanzamiento de la cinta de Pixar en Corea del Sur. Mientras tanto, MGM ha atrasado el estreno en China de Sin tiempo para morir, próxima película de James Bond.
Sin embargo, los que prometen ser los mayores éxitos para la taquilla mundial todavía no han cambiado sus planes de estreno. Viuda Negra y Fast & Furious 9, dos cintas de franquicias que son potencias en el mercado extranjero, mantienen sus lanzamientos para abril y mayo respectivamente.