Con la promesa del levantamiento del bloqueo, los visitantes que acuden hasta Cuba desde EEUU se han multiplicado. En concreto, el avance de los viajeros estadounidenses que han optado por acercarse hasta la isla caribeña ha sido de un 8% en el primer trimestre del año. Con la promesa del levantamiento del bloqueo, los visitantes que acuden hasta Cuba desde EEUU se han multiplicado. En concreto, el avance de los viajeros estadounidenses que han optado por acercarse hasta la isla caribeña ha sido de un 8% en el primer trimestre del año.
Según ha revelado la cadena de televisión CNN y recoge la prensa cubana, durante los tres primeros meses del año han sido 60.979 ciudadanos estadounidenses los que se han acercado hasta la isla.
La cifra está claramente por encima de los 56.647 estadounidenses que se trasladaron allí en el mismo período del año precedente. El Centro de Estudios Turísticos de la Universidad de la Habana señala que ha sido del 46%, aunque incluye a quienes volaron a la isla desde otros países.
José Luis Perelló, que ha realizado este estudio, ha considerado que el incremento de los visitantes llegados desde EEUU a La Habana se debe a la mejora de las relaciones con la Unión Europea y el país presidido por Barack Obama.
Igualmente, esta subida también puede estar relacionada con el discreto aumento de las capacidades áreas de la isla. Aunque las agencias de turismo esperan que hasta final de año disminuirán debido a la entrada de nuevas empresas en el mercado de transporte entre EEUU y Cuba.
El levantamiento del bloqueo podría estar más cerca que nunca. Dos senadores estadounidenses acaban de presentar un nuevo proyecto de ley para restablecer el comercio con Cuba, lo que daría al sector privado la posibilidad de exportar bienes y servicios a la isla.
Dicho proyecto, manifiesta Entorno Inteligente, se conoce como ‘Ley de Comercio con Cuba 2015’ y supondría que agricultores, ganaderos, pequeños negocios y otras industrias privadas podrían negociar en la isla.
En concreto, en el texto puede leerse que se concede “a las instituciones financieras estadounidenses la libertad de extender el crédito a Cuba, al tiempo que garantiza que no haya riesgo financiero para los contribuyentes federales”, entre otras cosas.
