El Gobierno venezolano ha respondido con dureza a la decisión de Bruselas de incorporar al país en la lista de alto riesgo por presuntas deficiencias en la lucha contra el lavado de capitales y la financiación del terrorismo. Según Caracas, la medida busca “tutelar” a Venezuela sin reconocer los problemas financieros internos de Europa.
Críticas a la Unión Europea por su “incapacidad”
En un comunicado oficial, el canciller venezolano Yván Gil afirmó que lo que realmente representa un riesgo es la “incapacidad de la propia Unión Europea para proteger sus intereses, su economía y hasta su dignidad”. Además, calificó la lista de “ridícula” y consideró que la UE “omite las operaciones ilícitas que se desarrollan en su propio territorio”.
Venezuela acusa a la Unión Europea de mirar hacia otro lado mientras se producen operaciones ilícitas dentro de sus propias fronteras
Gil insistió en que Venezuela es un país con “instituciones que responden a su pueblo” y que, pese a los bloqueos y sanciones, su economía sigue creciendo. “Aquí estamos: más sólidos, más firmes, y sin doble moral”, concluyó.
Una lista que afecta a diez jurisdicciones
Además de Venezuela, la Comisión Europea incluyó en la lista a Argelia, Angola, Costa de Marfil, Kenia, Laos, Líbano, Mónaco, Namibia y Nepal. Según Bruselas, estas jurisdicciones presentan “deficiencias estratégicas” en sus sistemas nacionales contra el crimen financiero.
La inclusión de Venezuela y otras nueve jurisdicciones implica controles bancarios reforzados por parte de las entidades europeas
La inclusión en la lista supone que las entidades bancarias y financieras de la UE deberán aplicar controles reforzados a las transacciones vinculadas con estos países, con el objetivo de “proteger la integridad del sistema financiero europeo”.
“No aceptamos tutelajes”
El Gobierno venezolano sostuvo que lo que realmente “molesta” a la élite europea es que “hay países del Sur que ya no agachan la cabeza, que no aceptan tutelajes, y que no están dispuestos a entrar en las listas de los obedientes”.
Para Caracas, esta decisión no es más que otro intento de aislar al país, pero “Venezuela se mantendrá firme y sin someterse a imposiciones externas”.