En un contexto de crecientes tensiones comerciales y presión gubernamental, Apple se alinea con la estrategia de reindustrialización de Trump anunciando una ambiciosa expansión de sus operaciones en Estados Unidos. La medida responde tanto a las amenazas arancelarias como al interés de la empresa por consolidar su presencia nacional frente a las críticas por la deslocalización de su producción.
Apple refuerza su apuesta por Estados Unidos ante la presión arancelaria
El presidente de EEUU, Donald Trump, hará oficial este miércoles el nuevo compromiso de Apple para ampliar su inversión en el país en 100.000 millones de dólares. El anuncio se realizará en un acto en la Casa Blanca a las 16:00 horas (20:00 GMT), acompañado por el director ejecutivo de la compañía, Tim Cook.
Con esta inyección adicional, la inversión total de Apple en EEUU alcanzará los 600.000 millones de dólares hasta 2029, una cifra récord en la historia de la tecnológica. La decisión está en línea con la agenda ‘Estados Unidos Primero’ promovida por la administración republicana, que exige a las grandes corporaciones trasladar su producción a suelo nacional.
“La agenda económica ‘Estados Unidos Primero’ del presidente Trump ha asegurado billones de dólares en inversiones que respaldan el empleo y el desarrollo empresarial en el país”, subrayó el portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers
La estrategia busca, además, esquivar los aranceles punitivos que afectan a productos como el iPhone, cuyo ensamblaje sigue realizándose principalmente en la India. En los últimos meses, Trump ha criticado abiertamente la externalización de la fabricación de dispositivos emblemáticos, exigiendo su retorno a EEUU.
El impacto de los aranceles en la estrategia de Apple
Las relaciones entre Apple y la Casa Blanca se han tensado desde que Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a los productos de la compañía si no trasladaba su producción a EEUU. Como respuesta parcial, Apple comenzó a producir algunos modelos de iPhone en India, una decisión que no satisfizo al mandatario.
Ante esta presión, la firma de Cupertino ha optado por expandir su presencia en el país con nuevas inversiones destinadas a infraestructuras industriales y tecnológicas. Entre los proyectos destacan una planta de fabricación de servidores en Houston (Texas) y una academia para proveedores en Michigan.
Esta ofensiva inversora forma parte de un esfuerzo por diversificar la cadena de suministro y adaptarse a un entorno económico marcado por las medidas proteccionistas.
El mercado reacciona positivamente al anuncio
La noticia de la nueva inversión ha tenido efectos inmediatos en el parqué. Las acciones de Apple subieron un 3,6% este miércoles, alcanzando su nivel más alto en casi tres meses, tras varias semanas de caídas impulsadas por la incertidumbre arancelaria.
Fecha | Variación de las acciones de Apple |
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1 de julio | -2,3% |
15 de julio | -1,1% |
1 de agosto | +0,8% |
6 de agosto | +3,6% |
Los analistas ven en este giro una señal de que Apple está decidida a adaptarse a las exigencias de Washington, aunque advierten que esta política podría tener efectos secundarios.
“A corto plazo, la relocalización puede impulsar el empleo, pero a medio plazo podría traducirse en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses”, advierten desde la consultora Global Trade Policy
Una estrategia electoral con impacto global
El endurecimiento de la política arancelaria no es solo una cuestión económica, sino también un movimiento con carga electoral. A pocos meses de las presidenciales, Trump busca reforzar su imagen como defensor de la industria nacional y del empleo estadounidense.
La participación de Tim Cook en el evento presidencial refuerza la narrativa de colaboración entre las grandes tecnológicas y el gobierno federal, en un momento clave para la redefinición del papel de las multinacionales en la economía nacional.