El volcán Sangay ha provocado una columna de cenizas de 10 kilómetros de altura que ha causado una intensa lluvia de ceniza sobre ciudades como Alausí, Chillanes y otras localidades de la Sierra Centro de Ecuador.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador, encargado de la observación de la actividad volcánica y sísmica del país, ha advertido de que la ceniza podría llegar incluso hasta la costa.
Hay «un incremento significativo en su nivel de actividad eruptiva, en especial a partir de las 4.20 horas, cuando los registros sísmicos muestran la ocurrencia de explosiones y emisiones de ceniza mucho más energéticas que cualquiera de las observadas en los meses precedentes».
A partir de las 4.40, «varias imágenes satelitales muestran una nube de ceniza de gran tamaño, ascendiendo hasta una altura probablemente superior a 6 kilómetros hasta 10 kilómetros sobre el cráter del volcán, con la parte más alta de la nube dirigiéndose al este, mientras la parte baja se dirige al occidente del volcán».
Los vecinos de las localidades afectadas han informado de escasa visibilidad, debido a la caída de ceniza del volcán Sangay. La caída de ceniza comenzó en la noche del sábado. Una densa capa de ceniza ha cubierto viviendas y plantas.
«Hay reportes de caída de ceniza en la Matriz, Multitud, Huigra, Sibambe y Tixan. El cielo está oscuro y continúa cayendo la ceniza», ha explicado un portavoz del municipio de Alausí, Diego Tello.
El Instituto Geofísico ha publicado modelos de dispersión de ceniza que muestran que «existe alta probabilidad de caída de ceniza en las provincias de Chimborazo, Bolívar, Guayas y Los Ríos, y menos probabilidades en Santa Elena y Manabí».
«Si se intensifica la emisión, en las próximas horas la ceniza fina podría llegar a la ciudad de Guayaquil. Este fenómeno ha sido recurrente desde la reactivación del volcán en mayo de 2019», explica el organismo.