El Parque Nacional de las cataratas de Iguazú ha reabierto este lunes sus puertas al público en el lado brasileño de la frontera tras semanas de cierre a causa de las restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Según ha informado el Gobierno brasileño en un comunicado, éste y otros dos parques nacionales se reabrirán «conforme a las reglas de cada estado y municipio, con planificación y obedeciendo todas las orientaciones de seguridad para evitar la proliferación de la COVID-19».
Asimismo de la reapertura de este parque nacional, las autoridades de Brasil han autorizado que los partes de Aparados da Serra y Serra Geral, ambos en el estado de Río Grande del Sur, vuelvan a permitir el acceso de visitantes y turistas.
La reapertura de todos estos parques tendrá lugar siempre y cuando se respeten una serie de medidas de seguridad y restricción. Así, todos ellos operarán al 40 por ciento de su capacidad para que pueda respetarse la distancia mínima de dos metros de seguridad entre todos los presentes.
Además, habrá distribuidores de gel desinfectante y se dará prioridad al pago con tarjetas de crédito o débito, así como a todos los vehículos turísticos como autobuses o barcas, que deberán desinfectarse tras cada uso.
El estado brasileño de Paraná, en el sur del país, donde se encuentran las cataratas, está entre los menos afectados por la pandemia.
De los 27 estados brasileños es el sexto con menos casos confirmados de coronavirus, 7.314 en total, y por el momento ha registrado 253 muertos.
El lado argentino de las cataratas de Iguazú, donde se encuentra la famosa Garganta del Diablo, la principal caída de agua, sigue cerrado y de momento no tiene fecha prevista de reapertura.
Las cataratas del Iguazú son Patrimonio de la Humanidad, están consideradas una de las siete maravillas de la naturaleza y constituyen uno de los principales atractivos turísticos de Brasil y Argentina.
