Como buen piloto en tiempos de tormenta, el actual secretario de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, y luego de soportar fuertes críticas a su gestión, en especial del diario ‘The Washington Post’ y de los halcones representantes del ala conservadora en el Congreso norteamericano, las que sembraron ciertas dudas sobre su continuidad en el cargo, y cual Ave Fenix, Insulza reaccionó determinante, acompañado por con una fuerte ofensiva con la premisa de mantenerse en el cargo. Como buen piloto en tiempos de tormenta, el actual secretario de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, y luego de soportar fuertes críticas a su gestión, en especial del diario ‘The Washington Post’ y de los halcones representantes del ala conservadora en el Congreso norteamericano, las que sembraron ciertas dudas sobre su continuidad en el cargo, y cual Ave Fenix, Insulza reaccionó determinante, acompañado por con una fuerte ofensiva con la premisa de mantenerse en el cargo. Y, así, en sólo 48 horas obtuvo el apoyo formal para su reelección por parte del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, sumando la aprobación de Argentina y Brasil, lo que le daría el aire suficiente y que garantizaría su reelección en las elecciones del próximo 24 de marzo.
La partida no resultó para nada sencilla. Insulza viajó inesperadamente desde Washington hacia Santiago para reunirse con Piñera, quien finalmente comprometió la adhesión de su futuro gobierno a la candidatura del político socialista, cuya gestión, muestra claroscuros, hasta el momento no disipados. El mandatario electo afirmó que el hecho de que Insulza sea el actual secretario general de la OEA es un motivo de «orgullo y satisfacción» para todos los chilenos.
El primer trago amargo que debió soportar el titular de la OEA, se vislumbró con la edición de ‘The Washington Post’, donde el influyente periódico norteamericano editorializó abiertamente en contra de la reelección del chileno, con el título: «Obama debe presionar por un cambio en la OEA».
Así, blanco sobre blanco, el prestigioso diario criticó la escasa labor del chileno «en defensa de las elecciones libres y la libertad de prensa», cuestionando, además, la pobreza que mostró su desempeño en la crisis política de Honduras, y su probada inacción ante líderes autoritarios, como en Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
El ‘Post’ dobló la apuesta afirmando que “la gestión del secretario sirvió descaradamente a los líderes de izquierda de la región”, lo que significó «ignorar la Carta Democrática» de la OEA, y recomendó tomar en cuenta la propuesta del senador republicano Richard G. Lugar, de que el candidato explique al Congreso norteamericano sus propuestas para un futuro mandato.
Evidentemente, Estados Unidos, que aporta el 60 por ciento de los fondos de la Secretaría General de la OEA [47 millones de dólares en 2009] debería tener un interés esencial en reemplazarlo con alguien que defienda la democracia»,
El ala dura republicana critica a Insulza porque el dirigente chileno presiona para que se levanten las sanciones contra Cuba, hoy por hoy, y algunos demócratas lo cuestionan porque no supo manejarse, y no tejió sutilmente a tiempo el hilado por lo que no llegó aprevenir el golpe de Estado en Honduras.
Ante el ataque Insulza reaccionó inmediatamente comentando, «Ha habido, hace varios meses, una campaña en esa dirección. A mí no me sorprende. Los mismos que la llevan son los de antes, los que estaban detrás de la campaña fuerte que se hizo en favor de Roberto Micheletti en Honduras».
«Se trata fundamentalmente del lobby que opera en relación a temas de América latina, Cuba, Venezuela, que ha decidido personificar esa frustración en mí». Insulza agregó que «la mayor parte» de ellos pertenecen al sector republicano y recalcó: «Esto no es nuevo. Yo gané la anterior elección de la OEA en contra de esos grupos».
Por otra parte, otra voz se sumó a las críticas, la del ex subsecretario de Estado para América Latina Roger Noriega, quien se despachó con una dura nota de opinión: «No se trata solamente de que Insulza no haya defendido la democracia, el imperio de la ley, la separación de poderes y la libertad de expresión en Venezuela, Nicaragua, Bolivia y una serie de otros países. El no ha defendido a la OEA misma, como institución, su mandato ha envalentonado a los que aspiran a ser dictadores y ha desmoralizado a los demócratas»
Un mes, tan solo nos separan de la votación, desde ahora las partes desplegarán su infernal maquinaria lobbista tratando de llevar agua para su molino, al momento la balanza parecería inclinarse hacia el lado del actual secretario, sin embargo, todavía hay demasiado camino por recorrer, uno nunca sabe, todo vale, y, recordando a la ‘fanaticada’ del baloncesto, los últimos cinco segundos se asemejan a la eternidad, veremos cómo mueven las piezas, los unos y los otros, el cómo, cuándo y con quién, dará como resultado final el cielo ó el infierno.