El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado este lunes que está dispuesto a hacerse la prueba diagnóstica del coronavirus para confirmar que no está contagiado, en el marco de la polémica por la falta de medidas preventivas que ha adoptado el Gobierno ante esta pandemia.
«Yo me ajusto al protocolo de salud. Si hace falta, entonces yo me hago la prueba de coronavirus», ha dicho López Obrador en la rueda de prensa diaria, según informa el diario mexicano ‘Milenio’.
López Obrador ha insistido en que hará «lo que indiquen los médicos» porque «hay que dejar este asunto de salud pública en manos de técnicos», no de «políticos y politiqueros» que, según ha augurado, desatarían «otra epidemia que tiene que ver con los intereses creados».
En concreto, ha indicado que se someterá a las instrucciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. «Él es quien me va a decir, no un politiquero», ha recalcado.
Por su parte, López-Gatell ha intervenido para afirmar que López Obrador «no es una fuente de contagio» del Covid-19. «La fuerza del presidente es moral, no de contagio», ha declarado.
No obstante, se ha decidido distribuir gel para las manos entre los periodistas que decidan asistir a Los Pinos para cubrir ‘in situ’ las ruedas de prensa diarias de López Obrador.
Interrogado sobre la falta de acción del Gobierno, López-Gatell ha recordado que México, por ahora, está en la primera fase, con tan solo 53 casos confirmados, subrayando que solo se anunciarán medidas de «sana distancia» cuando sea necesario.
«Los cierres masivos de todo el país tienen consecuencias gravísimas en las economías de los más desfavorecidos», ha argumentado el subsecretario mexicano, citado por ‘El Universal’.
De momento, México ha suspendido las clases durante un mes y ha recomendado a sus ciudadanos que eviten hacer viajes internacionales «no esenciales» como medidas contra el coronavirus.
