Argentina vuelve a golpear sus cacerolas para protestar contra el Gobierno de Cristina F. de Kirchner. La noche del jueves los ciudadanos salieron a las calles en varias localidades ante la posibilidad de que se modifique la Constitución para que la presidenta pueda presentarse por tercera vez a las elecciones. Esta es la puntilla que acabó con la paciencia de unos argentinos hartos de las restricciones al dólar. Argentina vuelve a golpear sus cacerolas para protestar contra el Gobierno de Cristina F. de Kirchner. La noche del jueves los ciudadanos salieron a las calles en varias localidades ante la posibilidad de que se modifique la Constitución para que la presidenta pueda presentarse por tercera vez a las elecciones. Esta es la puntilla que acabó con la paciencia de unos argentinos hartos de las restricciones al dólar.
Buenos Aires, Mendoza, Rosario, La Plata… decenas de miles de argentinos se manifestaron coincidiendo con una posible reforma constitucional que podría abrir la puerta a una nueva reelección de Cristina F. de Kirchner, aunque la mandataria aún no se ha pronunciado sobre el asunto.
Pero lo que de verdad echó a la calle a los argentinos son las trabas cambiarias. El Gobierno argentino sigue con su lucha contra el dólar y esta misma semana se anunciaron nuevas mediadas para dificultar el acceso de los argentinos a esta moneda.
Ayer se anunció una nueva alianza para el Gobierno argentino en esta lucha: Uruguay. Ambos países han firmado un acuerdo de intenciones con el fin de avanzar en un convenio para utilizar las monedas de las dos potencias en el comercio bilateral, reemplazando de esta manera al dólar.
“La medida busca reducir los costos de transacción en las operaciones de comercio exterior, aumentando la liquidez y eficiencia del mercado de cambio: Peso Uruguayo/Peso Argentino”, señalaba el Banco Central de Uruguay en su página web respecto al acuerdo firmado.
Dos días antes, el medio local El Cronista informaba que el Banco Central de Argentina había pedido a las entidades bancarias del país que limitaran los adelantos con tarjetas de crédito en el exterior, en un intento más para dificultar a los argentinos la obtención de dólares.
Actualmente los argentinos pueden solicitar mensualmente a los bancos un anticipo de entre un 20% y un 25% de sus ingresos en pesos argentinos a través de los cajeros automáticos, que luego tendrán que devolver. Pero si esta operación se realiza desde el exterior del país, pueden adquirir este dinero en dólares para después devolverlo a fin de mes en pesos.
Por esta razón, con esta nueva medida el Banco Central pretende que los bancos controles estas operaciones e incluso limiten los topes de extracción de los argentinos en el extranjero
En este sentido, para continuar con su política proteccionista, Gobierno argentino esta trabajando en la creación de un nuevo holding empresarial que tiene como objetivo controlar las compañías de carácter estatal, como la expropiada YPF, Aguas Argentinas, Correo Argentino, ARSAT y la Casa de la Moneda, según publicaba también esta semana un medio local.
