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El chavismo enriquece a los nuevos millonarios nicaragüenses

Negocios

Bandera de Venezuela

Los negocios nacidos gracias al presupuesto venezolano han engordado las arcas de al menos diez nuevos millonarios nicaraguenses, la mayoría con el apellido Ortega atravesado y, cómo no, amparados bajos las alas de la gallina de los huevos de oro, Pdvsa. Los negocios nacidos gracias al presupuesto venezolano han engordado las arcas de al menos diez nuevos millonarios nicaraguenses, la mayoría con el apellido Ortega atravesado y, cómo no, amparados bajos las alas de la gallina de los huevos de oro, Pdvsa.

Laureano Ortega, hijo del primer mandatario de Nicaragua, exhibe sin escrúpulos un reloj tasado en 43,200 dólares, según investigó el diario nicaragüense La Prensa. Su hermano, Rafael Ortega Murillo, es el administrador de todos los negocios adquiridos con los fondos venezolanos. Fondos generados por el acuerdo petrolero que le regaló Hugo Chávez a Daniel Ortega y que han sido utilizados para comprar activos y negocios que luego pasan a convertirse en patrimonio de la familia presidencial.

Entre esos muchos negocios se cuenta la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP), la red de gasolineras más grandes del país, que maneja Yadira Leets, esposa de Rafael Ortega Murillo. La compra que inicialmente iba a ser a favor del Estado de Nicaragua, como dijo el procurador general de la República, Hernán Estrada, se descubrió luego que quedó en manos privadas, las de los Ortega Murillo y compañía. Porque la familia presidencial es hoy un gran holding construido a base de los millones de dólares que les envió Hugo Chávez.

Porque Albanisa maneja desde distribución de petróleo a través del acuerdo petrolero con Venezuela, hasta la adquisición de maquinaria de construcción, generación de energía, equipos de seguridad, hoteles, ganado de alta calidad, transporte, préstamos, manejo portuario y distribución de gas.

Albanisa es una empresa privada mixta en la cual Petronic de Nicaragua es dueña del 49 por ciento de las acciones, y el restante 51 por ciento está en manos de la también estatal venezolana Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

“En los últimos ocho años se ha producido el desvío de más de 3.000 millones de dólares, originados en la cooperación estatal venezolana, hacia canales privados. Una especie de privatización anómala sin ninguna clase de ley, control público o rendición de cuentas… un fondo que se maneja como un presupuesto paralelo al margen de toda supervisión estatal. Un porcentaje de estos fondos se destina al clientelismo social y partidario, con gran rentabilidad política, pero la mayor cantidad desemboca en negocios privados. De hecho en 2010, Nicaragua le informo al FMI que el 62% de estos fondos se destinarían a proyectos con fines de lucro y solo el 38% a subsidios o donaciones sociales”, publicaba a principios de este año el diario La Prensa.

Para la ex comandante guerrillera nicaragüense, Dora María Tellez, hoy opositora al gobierno de Daniel Ortega, el origen de la fortuna de la familia presidencial es el control absoluto que tienen de los fondos del petróleo venezolano. “Es imposible que alguien no vea que ahora la familia Ortega Murillo se ha convertido en esa oligarquía que dicen combatir. Es una de las familias más ricas del país. Con eso es que ahora han comprado hoteles, canales de televisión, empresas, negocios, de todo”. Y dentro de todo, lo más reciente fue el banco Bancorp, que abrió sus puertas a inicios de este año con muy bajo perfil.

La riqueza de los nuevos millonarios sandinistas comenzó ocho años atrás, cuando el presidente Hugo Chávez acordó con Ortega un generoso convenio estatal de colaboración petrolera que le permitía a Nicaragua pagar el 50% del petróleo que Venezuela le enviara a 90 días de plazo. Pero el otro 50% se convirtió en un crédito concesional a 25 años de plazo y 2% de interés. Y el deudor del crédito fue la entidad privada Alba de Nicaragua, Albanisa, que se constituyó el 13 de julio del 2007 como una empresa privada. Pero todos los integrantes de la Junta Directiva son funcionarios gubernamentales de Venezuela y Nicaragua. Los venezolanos de la directiva son Asdrúbal Chávez Jiménez, Alfredo José Calderón, Eulogio del Pino y Enrique García Lorenz, quienes también ejercen funciones en PDV Caribe.

Henry Ruiz, antiguo compañero de luchas de Ortega, los califica como una nueva oligarquía. “Ortega controla a Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), la sociedad anónima mixta venezolana-nicaragüense, a través de la que Venezuela canaliza la cooperación petrolera, un negocio que se ha expandido a otros rubros como la importación de combustible, generación de energía que, asociados con otros negocios privados, en los que el Estado o personeros del régimen tienen participación, forman un solo puño”.

El flujo de cooperación alcanzó los 2, 230 millones de dólares desde 2007 hasta junio del 2011 según cifras oficiales, un volumen que se maneja sin rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional o la Contraloría.

Fuentes directamente vinculadas a Albanisa filtraron al portal Confidencial una copia de las cuentas de la contabilidad de la empresa que cubren los años 2007 y 2008, más ocho meses de operaciones del 2009. Y Confidencial decidió poner a disposición del público las cuentas y balances de Albanisa, Albaleaks lo llamaron, algunas de las cuales fueron elaboradas por los propios auditores de Pdvsa.

Dos expertos en contaduría pública analizaron minuciosamente los estados financieros de Albanisa para el 2007, 2008, y 2009, a petición de Confidencial, y arribaron a las mismas conclusiones. “Es una empresa inauditable, es difícil imaginar cómo pudieron ajustar las cuentas los auditores de Pdvsa”, señaló uno de los expertos, aludiendo al exagerado número de cambios que se observan en los asientos de ajustes y reclasificaciones contables en el 2008.

Ese año se efectuaron 37 operaciones de ajuste y reclasificación, principalmente vinculadas a las cuentas de las empresas relacionadas: Petronic, Caruna, Albalinisa, Alba Depósitos y Alba Equipos. El resultado es una cifra difícil de digerir, superior a los mil millones de dólares (1,048,460,567 US$).

Los primeros documentos de esta filtración con que despunta “AlbaLeaks” están disponibles en el sitio web de Confidencial Digital.

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