Chávez ya ha designado a su brazo ejecutor contra las inmobiliarias fraudulentas. El nuevo director del Indepabis (Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios), Augusto Montiel, tendrá que hacer frente, en primer lugar, a un feo asunto, las acusaciones a una empresa metalúrgica uruguaya de no cumplir con un contrato que firmaron el presidente Chávez y su homologo charrúa, Tabaré Vázquez. Montiel ha demostrado ser alguien a quien no le importan los acuerdos comerciales firmados con otros países. Los empresarios venezolanos con intereses en el exterior, muchos de los cuales residen en Miami, están preocupados. Chávez ya ha designado a su brazo ejecutor contra las inmobiliarias fraudulentas. El nuevo director del Indepabis (Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios), Augusto Montiel, tendrá que hacer frente, en primer lugar, a un feo asunto, las acusaciones a una empresa metalúrgica uruguaya de no cumplir con un contrato que firmaron el presidente Chávez y su homologo charrúa, Tabaré Vázquez. Montiel ha demostrado ser alguien a quien no le importan los acuerdos comerciales firmados con otros países. Los empresarios venezolanos con intereses en el exterior, muchos de los cuales residen en Miami, están preocupados.
La cuestión se ha convertido rápidamente en uno de los temas candentes en Twitter (Trending Topic), donde la población venezolana es muy activa. El presidente venezolano afianza, con su nombramiento, el poder que ya tenía sobre el Idepabis, el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios, que viene haciéndose cargo de las denuncias por estafa inmobiliaria que se están haciendo tristemente celebres en el país.
Montiel, que abandonó su cargo de diputado de la Asamblea Nacional en enero, cuando los nuevos diputados de la oposición asumieron los cargos que habían ganado en las elecciones celebradas en septiembre, venía ejerciendo como vocero de la sala situacional que informa al presidente, Hugo Chávez Frías, sobre la situación de los afectados por los ilícitos inmobiliarios. Su nombramiento significa, por lo tanto, un nuevo impulso a la que parece haberse convertido en la promesa estrella del presidente venezolano, su decisión de acabar con el déficit habitacional que sufre el país y endurecer su política contra los empresarios de la construcción “fraudulentos”.
El Indepabis funciona como una especie de oficina del consumidor, y tiene por objetivo defender, proteger y salvaguardar los derechos e intereses y servicios para la satisfacción de las necesidades, con la participación activa y protagónica de las comunidades. Su nuevo director deberá ahora hacer frente a una situación que implica acuerdos internacionales firmados por su presidente.
Chávez firmó, con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, un acuerdo según el cual, la empresa Unión Metalúrgica Industria del Sur (Umissa), se comprometía a construir 8.000 viviendas en Venezuela tras el abono de 150 millones de dólares. Esta semana, la oposición política ha denunciado que, a pesar de haber abonado el dinero, las casas no han sido construidas. El Gobierno venezolano ha adelantado que exigirá a Uruguay que la obra se lleve a término, algo que, según parece, podría recaer sobre el propio Montiel.
Los empresarios venezolanos, muchos de los cuales residen en Miami, ven con malos ojos el nuevo nombramiento. Lo cierto es que las malas relaciones entre Colombia y Venezuela que se fraguó por los encontronazos entre Chávez y su homologo colombiano del momento, Álvaro Uribe, ya provocaron grandes perdidas a los empresarios de la frontera entre ambos países. Muchos de ellos temen que cuestiones como la de la empresa uruguaya desemboquen en situaciones similares, contexto en el cual es complejo hace negocios.
Otra de las cuestiones importantes será ver como Montiel engarza con los bancos que trabajan en el país. Tras la llamada de Chávez al presidente del Banco Provincial, filial del banco español BBVA, Pedro Rodríguez, en la que amenazaba con expropiar el banco si este no cumplía con las leyes que le obligan a dar créditos hipotecarios, la banca venezolana se comprometió a involucrarse en el proyecto gubernamental de terminar con el problema de la vivienda. Montiel deberá involucrarse en esta cuestión, ya que en este momento, la mayoría de las denuncias que llegan a la institución que va a dirigir está relacionada con el sector de la vivienda.
Las posturas encontradas han ido incendiando Twitter desde que se ha dado a conocer la noticia del nombramiento. Hay quien acusa al Indepabis, el diario digital Talcual.com está entre ellos, que la institución es utilizada por el gobierno bolivariano para “atemorizar a comerciantes y empresarios, guiado por la consigna de este gobierno de cerrar primero y averiguar después». En este sentido han ido dirigidos muchos tweets, que eran contestados pro los seguidores del presidente Chávez, que consideran el nombramiento como un nuevo gesto en la profundización de la revolución.
Twiter se ha convertido en los últimos tiempos en un espacio prácticamente abarcado por la oposición al gobierno de Chávez. Como espacio de debate y crítica abierto, sin la necesidad de pasar por la censura indirecta que sufren los medios de información nacionales, la red de microblogings es un reflejo de las críticas que pueden escucharse en contra del mandatario dentro del país.
La empresa estadounidense aseguró el pasado año que Venezuela es uno de los países, junto con algunos estados asiáticos, donde más crecimiento se había registrado en cuanto a registros y uso. El propio presidente Chávez posee una cuenta (@chavezcandanga), que publicita en sus apariciones televisivas y que, según varias informaciones, tiene detrás a varias personas trabajando para mantenerla actualizada. El espacio electrónico se ha convertido en los últimos años en un ejemplo de la confrontación que se vive dentro del país. El presidente bolivariano anunció su entrada en Twitter tras asegurar que este era un espacio que no podía quedar solo para “ellos”, refiriéndose a la oposición.
