Cristina Fernández de Kirchner podría haber tirado por tierra los planes del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, de formar un frente común con Argentina para enfrentarse al Reino Unido por la soberanía que este ejerce en Gibraltar y en las Malvinas. Cristina Fernández de Kirchner podría haber tirado por tierra los planes del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, de formar un frente común con Argentina para enfrentarse al Reino Unido por la soberanía que este ejerce en Gibraltar y en las Malvinas.
La presidenta de Argentina, en su segunda intervención tras las primarias legislativas celebradas el pasado domingo, arremetió, según informa el diario ABC, contra España. La jefa del Estado repasó los logros de su gestión y la de su difunto marido y señaló a España como el mal ejemplo que no debe seguir. Ya lo hizo durante la campaña hasta con spots publicitarios (banderas de la Unión Europea y de España) y sirvió en bandeja cifras de desempleo, escándalos financieros y noticias, como el ‘caso Bárcenas’, para descalificar a España.
Los reproches de Cristina Fernández tienen lugar después de que el “kirchnerismo”, en estas primarias, haya recibido su mayor revés de los últimos diez años. En su discurso, destinado a exhibir un optimismo exacerbado en el país, la presidenta de exclamó: “Miren lo que pasa en España y lo ocultan”.
No hay duda de que estas palabras influirán, posiblemente, en la reunión que mantendrá Margallo con su homónimo Héctor Timerman el próximo mes de septiembre. El ministro español visitará Buenos Aires para discutir, además del pleito en torno a la expropiación de YPF a manos de Repsol, una posible alianza diplomática que se enfrente al Reino Unido por sus aspiraciones soberanistas sobre las dos colonias.
Según señaló esta semana el diario El País, reproduciendo una nota de Exteriores, «en este momento puede resultar atractiva una entente con Buenos Aires: Argentina forma parte del Consejo de Seguridad en el bienio 2013-2014 y podría incluir, o intentarlo al menos, el asunto gibraltareño en la agenda del máximo órgano decisorio de la ONU. Aunque el Reino Unido tiene derecho de veto en este foro, debería abstenerse en un tema que le afecta directamente».
Lo cierto es que en plena escalada de la tensión entre Londres y Madrid, el pasado viernes el ministerio británico de Defensa anunció que un buque de guerra de su Fuerza Naval visitará Gibraltar a finales de este mes como parte de unas operaciones «regulares de rutina». Un portavoz del ministerio dijo a la agencia de noticias Efe que la fragata HMS Westminster y dos barcos auxiliares partirán mañana lunes y se espera que visiten las aguas del Peñón «a finales de mes», como parte de «una serie de despliegues militares regulares y rutinarios» que se efectúan cada año. Ante este escenario, el Gobierno británico aseguró hoy que su posición respecto a Gibraltar «no ha cambiado» y que es «coherente» con su «política en otros territorios de ultramar».
Una portavoz del ministerio británico de Asuntos Exteriores efectuó esas declaraciones después de que dos diarios españoles informaran hoy de que el Gobierno de Madrid estudia llevar el conflicto de Gibraltar ante la ONU y otros foros internacionales. «La autodeterminación importa más que la integridad territorial. El pueblo de Gibraltar ha expresado de manera repetida y abrumadoramente su deseo de permanecer bajo soberanía británica», agregó la citada portavoz en Londres.
