Nuestro colaborador Juan Carlos Zapata ha realizado un reportaje sobre las desavenencias entre el ‘matrimonio’ formado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el mandatario de Cuba, Raúl Castro. Entre otras cuestiones se destaca la distancia entre ambos con respecto a la crisis política en Honduras o la visita del comandante de la Revolución Ramiro Valdés a Venezuela. Nuestro colaborador Juan Carlos Zapata ha realizado un reportaje sobre las desavenencias entre el ‘matrimonio’ formado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el mandatario de Cuba, Raúl Castro. Entre otras cuestiones se destaca la distancia entre ambos con respecto a la crisis política en Honduras o la visita del comandante de la Revolución Ramiro Valdés a Venezuela.
Ahora comienzan los cables pelados entre el gobierno de Hugo Chávez y el de Raúl Castro. No es que se acabe el matrimonio, pero hay elementos que comienzan a hacer ruido. La primera señal se dio en materia internacional con la distancia entre los dos gobiernos en torno a la solución de la crisis política en Honduras con el derrocamiento de Manuel Zelaya, protegido de Chávez. La Habana prefirió acostarse con Brasilia y Estados Unidos antes que con Caracas.
También aparecen los detalles de asuntos más domésticos. Hace más de un mes causó revuelo en Caracas la visita del histórico jefe cubano, Ramiro Valdés. Se especuló que había viajado con el fin de establecer mecanismos de control (espionaje) hacia partidarios del mismo Chávez como hacia opositores. Pero surge otra versión en el camino. Una fuente cubana explicó que Ramiro Valdés no viajó a Caracas a espiar a nadie. Vino a lo suyo. A reclamar la demora del cable submarino de fibra óptica Venezuela-Cuba.
El proyecto lleva 3 años de atraso. Y no hay quien se responsabilice. Los contratistas esperan por señales firmes para iniciar las obras. En Cuba dicen que los chavistas son muy católicos pues cada vez que acuerdan un trato dicen que si Dios quiere. Eso pasó con el cable submarino. Si Dios quiere, y Dios no ha querido, pese a que, como dice Chávez, Dios es bolivariano. El caso es que con el cable ocurre lo que con las obras en Venezuela: atrasos y mucho discurso. Por eso el Chávez se apropia de lo que construyen los privados, desde centros comerciales hasta industrias y galpones.
Para los cubanos, los funcionarios más eficientes son Diosdado Cabello y Jesse Chacón. Este último ya no está en el gobierno, salió a raíz de la quiebra bancaria, en la cual su hermano, Arné Chacón, se vio involucrado, en tanto directivo de un banco, y socio del boliburgués caído en desgracia, Pedro Torres Ciliberto, protegido del ex-vicepresidente, José Vicente Rangel. Por otro lado, Cabello ahora luce más ocupado en cuestiones de poder, en las primarias del PSUV, el partido de gobierno, que elige los candidatos para la próxima contienda a la Asamblea Nacional. En el chavismo hay una lucha de espacio. La derecha representada por Cabello y la izquierda representada por Chávez. Este va ganando.
A los cubanos no les importa que Cabello sea de derecha, les interesa que les resuelvan sus problemas. De hecho, una fuente de la cancillería cubana dijo: los que más se declaran amigos de Cuba y de Fidel son los menos eficientes.
De alguien que también hablan bien los cubanos es de Rafael Ramírez, presidente de Petróleos de Venezuela, PDVSA.
Los problemas entre Caracas y La Habana parecen ir de lo grande a lo pequeño. Para que la empresa Encava exportara un lote de microbuses a La Habana se vivió un viacrucis en Puerto Cabello. Los cubanos siguen necesitando más autobuses, pero no confían en la operación con Venezuela, en los trámites, en las trabas burocráticas.
A los médicos se les han puesto restricciones para llevar línea blanca y línea marrón a Cuba. Antes, los médicos de servicio en Venezuela podían regresar cargados de neveras, lavadoras, equipos de sonido, etc. Eso ha entrado en revisión.
Y por parte de La Habana, se ha dado la orden de llevar de vuelta, poco a poco, a los funcionarios que cumplen tareas más gerenciales y estratégicas en el gobierno de Chávez.