Cristina Fernández de Kirchner, le ha pedido al ministro de Economía Axel Kicillof que diseñe una propuesta para ofrecerle al juez que ha fallado el pago con los acreedores que aceptaron los canjes de deuda. Aunque es posible que desistan de enviar a sus abogados a Nueva York. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, le ha pedido al ministro de Economía Axel Kicillof que diseñe una propuesta para ofrecerle al juez que ha fallado el pago con los acreedores que aceptaron los canjes de deuda. Aunque es posible que desistan de enviar a sus abogados a Nueva York.
La iniciativa, como señala la prensa de la zona supondría intentar un acuerdo ‘in extremis’ con el juez Thomas Griesa y con los fondos NML y Aurelius, que reclaman el pago total de 1500 millones de dólares.
Fernández ha ordenado que se respeten tres premisas básicas en la estrategia que Argentina podría estar a punto de poner en funcionamiento: evitar caer en default, dar a los holdouts un pago equivalente al que reciben los bonistas que entraron el canje 2005 y 2010, y, de no aceptar esta propuesta, negociar un acuerdo conveniente para el país.
Diversas fuentes gubernamentales confirmaron al diario argentino La Nación que no descartan una misión negociadora y que todo está abierto. De hecho, no se descarta tampoco que miembros del Ministerio de Economía y abogados locales viajen el fin de semana a EEUU para trabajar sobre el terreno.
“Todo está en el aire y sujeto a una decisión final de la presidenta”, han asegurado estas fuentes. En cualquier caso, muchos consideran que la mandataria podría endurecer su discurso más allá de asegurar, como ya ha hecho, que no caerá en “la extorsión de los fondos buitres”.
El único miembro del Ejecutivo kirchnerista que ha hablado sobre esto ha sido el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que ha desmentido la propuesta de viajar hasta EEUU. “No hay misión ni comitiva preparada” ha comentado.
A pesar de que no ha querido hablar de viajes o movimientos, el jefe de Gabinete si que ha criticado al juez Griesa. “Promueve profundamente el desequilibrio y eso no es justicia. Su fallo es fulminar la reestructuración. La voluntad de pago de Argentina no puede ser puesta en duda ni por Griesa ni por nadie”.
La orden que ha dado la presidenta ha sido clara, que todos los miembros del Gobierno sean duros en relación a los fondos buitre. “Radicalización”, ha sido la palabra exacta.