Brasil ha sufrido el pasado mes de octubre la fuga más grande de dólares de la región desde hace dos años. En concreto, el balance del flujo cambiario fue negativo y se situó en los 3.823 millones de dólares. Brasil ha sufrido el pasado mes de octubre la fuga más grande de dólares de la región desde hace dos años. En concreto, el balance del flujo cambiario fue negativo y se situó en los 3.823 millones de dólares.
Esto supone tres meses consecutivos de saldo negativo y podría deberse (tal y como apuntan medios especializados de la región) a problemas en las cuentas comercial y financiera. En septiembre la salida había sido de 534 millones de dólares.
El director ejecutivo de NGO Corretora (firma especializada en tipos de cambio), Sidnei Nehme, ha señalado que “ya había una tendencia de flujo cambiario negativo, lo que haría que la situación de la balanza comercial de ponga peor de lo que ya está”.
Tal es el caso, que sólo en el último día de noviembre, la salida neta fue de 2.829 millones de dólares, según los datos que ha dado a conocer estos días el Banco Central de Brasil.
El medio especializado en finanzas, América Economía, ha analizado más datos al respecto y ha señalado que las inversiones extranjeras en diferentes carteras y de tipo directo cerraron el mes pasado con un saldo negativo de 1.537 millones de dólares, en septiembre, la cifra había sido de 1.205 millones en positivo.
En relación a la cuenta comercial, el déficit mensual fue de 2.285 millones de dólares, mientras que en septiembre había sido de 1.739 millones.
Debido a todo esto, Nehme ha considerado también que “Brasil pierde atractivo, el mes pasado tuvimos la salida de inversores de Bolsa hasta mercados más atractivos como México y Colombia”.
Aunque en lo que va de año, el flujo cambiario sigue siendo positivo y se posiciona en 18.277 millones de dólares. A pesar de no haber entrado en el terreno negativo, este dato supone una reducción desde los 68.596 millones que se acumularon el año pasado.
