“Me dedico 24 horas del día a la recuperación productiva de nuestra economía”, expresó el presidente de la República en diciembre de 2014. Los resultados indican, más bien, que la crisis se agravó en los últimos meses. Anoche el mandatario manifestó que la recuperación llegará en 2016. “Me dedico 24 horas del día a la recuperación productiva de nuestra economía”, expresó el presidente de la República en diciembre de 2014. Los resultados indican, más bien, que la crisis se agravó en los últimos meses. Anoche el mandatario manifestó que la recuperación e, incluso, el “milagro económico” llegarán en 2016.
Un año después Nicolás Maduro repite la promesa de la recuperación económica. Fue en diciembre de 2014 cuando el presidente de la República afirmó que en 2015 se dedicaría las 24 horas del día a “ganar la guerra económica” para propiciar el “redespegue productivo”.
“Me voy a concentrar las 24 horas del día en el tema de ganar la batalla económica para la prosperidad y la felicidad de nuestro pueblo, no voy a hacer más nada”, llegó a prometer el mandatario en un mitin en la avenida Bolívar, realizado en diciembre del año pasado.
“Vamos a atender la gran economía, tenemos que hacer un conjunto de ajustes de equilibrio necesarios cuidando el empleo, el ingreso, fortaleciendo las misiones (…) Voy a liberar la agenda de tantos compromisos que hay (…) Yo me libero de esas responsabilidades y me dedico 24 horas del día a la recuperación productiva de nuestra economía, de nuestra patria, a ganar la batalla contra las dificultades, contra los problemas, contra la guerra económica”, insistió Maduro.
Pero la crisis se agravó. Próximos al fin de año el país se enfrenta a una inflación de tres dígitos, una caída del Producto Interno Bruto (PIB) que podría llegar a 10%, según diversas estimaciones de consultoras locales, economistas y organismos internacionales, así como a una agudización de la escasez y la exacerbación de la distorsión cambiaria.
A falta de resultados, Maduro prometió anoche que la recuperación económica ocurrirá en 2016. En un acto desde el “Cuartel de la montaña” el jefe de Estado dijo que lanzará “un plan de retoma del crecimiento económico del país con el pueblo como protagonista, para radicalizar la revolución económica a favor del pueblo, con el pueblo y para el pueblo”.
Llegó, incluso, a pronosticar que el próximo año habrá un “milagro económico” y que la “guerra económica” ha sido “la campanada más grande que nos ha dado la burguesía este año para profundizar la “revolución económica”.
Las promesas del presidente de la República contrastan con las opiniones de los economistas. “Venezuela necesita un ajuste, un cambio integral. Venezuela no tiene por qué escoger entre importar comida, pagar deuda o regalar los activos externos”, expresó la semana pasada Migue Ángel Santos, investigador del Centro para el Desarrollo de la escuela de gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard.
El también economista y profesor universitario, José Manuel Puente, aseveró el pasado martes que la economía nacional está en una fase de “colapso” y puede agravarse aún más en los próximos meses. “No es descabellado esperar un desierto por uno o dos años más. Antes de que las cosas se pongan mejor, se van a poner peor”, advirtió Puente en el foro de Econométrica.
