El ex ministro Jorge Giordani pretende ser claro y habla de la irresponsabilidad del acto de gobernar. En el documento Testimonio y Responsabilidad ante la historia que hoy publica en Aporrea, revela que era crucial la elección de Chávez en 2012 y las siguientes elecciones de gobernadores. El ex ministro Jorge Giordani pretende ser claro y habla de la irresponsabilidad del acto de gobernar. En el documento Testimonio y Responsabilidad ante la historia que hoy publica en Aporrea, revela que era crucial la elección de Chávez en 2012 y las siguientes elecciones de gobernadores.
De ello se hace eco konzapata.com y asegura que el antiguo minsitro admite la prueba de la reelección de un Chávez enfermo “se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social”. O sea, admite el gasto desmesurado, y de paso admite el compromiso al que se llevó a la República la cual hoy sufre una crisis profunda, a punto de estallar. La idea, según Giordani, era la consolidación de un poder político que, con sus propias críticas, él mismo pone en duda que se haya logrado con Maduro, Ramírez y Cabello.
A continuación otro extracto del texto de Giordani.
“Una mirada hacia atrás nos permite identificar tres grandes objetivos que se propuso y logró nuestro proceso revolucionario.
Sacar del estado de abandono a importantes grupos desprovistos de las herramientas para superar graves privaciones materiales, culturales, de participación que les aquejaban. No le pareció al Gobierno ético no movilizar y transferir recursos a esos grupos tantas veces postergados y tratar de satisfacerlos con promesas para el futuro.
Desmontar la máquina de poder que tenían instalados los grupos externos e internos y que les habían permitido manejar a su favor el Estado y entre otros logros usufructuar en alta medida del excedente petrolero. Es posible ilustrarlo con la recuperación de PDVSA, de las concesiones petroleras, del Banco Central, del control del Comercio Exterior, de la tierra en poder del latifundio y de las comunicaciones públicas. Alinear a las FANB con los intereses populares y dotarlas de capacidad efectiva para defender los intereses del país frente a los intereses externos.
Crear un aparato público que en lo productivo dominara sectores claves de la estructura productiva, tales como insumos básicos, exportaciones de minerales, puntos clave del abastecimiento popular. Fortalecer paulatinamente las capacidades del sector público en su función de planificación y ejecución de la inversión productiva, en el manejo de empresas públicas y la formulación y puesta en ejecución de programas y políticas públicas diseñadas para construir una nueva organización social.
El camino de desarmar y construir es arduo. La construcción del socialismo históricamente siempre ha constituido un desafío notable. En nuestro camino debimos enfrentar un Golpe de Estado, un sabotaje petrolero, y un ambiente externo hostil.
En este camino del proceso bolivariano era crucial superar el desafío del 7 de octubre de 2012, así como las elecciones del 16 de diciembre de ese mismo año. Se trataba de la consolidación del poder político como un objetivo esencial para la fortaleza de la revolución y para la apertura de una nueva etapa del proceso. La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social”.