El presidente de Colombia, Iván Duque, se ha visto inmerso en una polémica tras hacerse público este martes que el pasado 7 de febrero uno de los aviones presidenciales fue utilizado por la primera dama, María Juliana Ruiz, sus tres vástagos, Luciana, Matías y Eloísa, y hasta ocho personas más para acudir a la fiesta de cumpleaños de esta última. De acuerdo con la emisora Caracol Radio, el avión de la Fuerza Aérea Colombiana, el Fokker 002, trasladó a familiares y amigos a Panaca, un parque temático ubicado en el departamento de Quindío, en el oeste de Colombia.
Presidencia ha justificado el viaje a través de un comunicado, alegando que fue «planeado, transparente, austero y administrado con conformidad con el marco jurídico». En ese sentido, el Gobierno ha insistido en que los recursos del país se han empleado de manera «honorable, coherente y sin intereses particulares», con el objetivo, ha dicho, de hacer que Duque y Ruiz puedan «desarrollar sus agendas».
De acuerdo con algunas fuentes del Gobierno, el propósito del viaje era esperar al presidente, que «tenía agendado todo el sábado en Ibagué y Armenia», capital esta última de Quindío, quien se unió a la comitiva en la que, además de su esposa y sus hijos, viajaban cuatro niños más junto con sus madres.
El gasto no supuso «ningún coste adicional», pues es indiferente, ha dicho, el número de pasajeros que viajen el avión. «El presidente siempre ha sido muy estricto con eso de los viajes públicos, ha sido una persona que ha dado ejemplo de austeridad y aquí no se ha cometido ninguna ligereza».
El manual de la Fuerza Aérea Colombiana, al que ha tenido acceso Caracol Radio, especifica que el Fokker 001 es el avión de uso exclusivo del jefe del Estado, mientras que el 002 puede ser utilizado por «personalidades de alta relevancia para los intereses de la nación, como personal diplomático, presidentes de otros países y la familia del presidente de Colombia, entre otros». «No especifica las circunstancias sociales y si pueden ser actividades sociales», agrega el manual.
No es la primera vez que un presidente colombiano se ve salpicado por la polémica de un supuesto uso indebido de los aviones presidenciales.
Es el caso, por ejemplo, de César Gaviria (1990-1994), quien en 1994 trasladó en el avión presidencial a un grupo de música al Palacio de Nariño para acudir al cumpleaños de su esposa, aunque siempre defendió que dicho episodio se llevó a cabo sin su consentimiento, tal y como ha recordado el diario ‘El Espectador’.
Uno de los casos recientes más sonados fue cuando el expresidente Juan Manuel Santos, por entonces ministro de Defensa de Álvaro Uribe (2002-2010), se sirvió de un helicóptero del Ejército para trasladar a sus hijos y a un grupo de amigos a Anapoima, a 87 kilómetros de Bogotá. Tras una investigación de la Fiscalía, se determinó que «resultaba sensato» el uso de estos medios de transporte «confiables» por parte de su familia debido a motivos de seguridad.
