La ‘Caravana por la Paz‘, formada por 1.200 personas de organizaciones sociales y de familiares de desaparecidos, que hace varios días partió desde Cuernavaca, en el estado de Morelos, hacia la capital, ha informado este lunes de que no dialogará con las instituciones del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador hasta que no cambie su estrategia en materia de seguridad.
El activista y periodista Javier Sicilia ha criticado la estrategia de seguridad de López Obrador y ha explicado que la negativa a reunirse con las autoridades se debe a que, al igual que hicieron otros gobiernos, el actual también «ha reducido el drama y la tragedia humanitaria a un asunto de balas».
«Ya es tiempo de poner un verdadero alto a tanto dolor, muerte, humillación, a tanta mentira», ha exigido Sicilia, en nombre de la caravana, la cual llegó, tras un periplo a través del centro del país de unos 90 kilómetros, a la plaza de El Zócalo de la capital, en la que se produjeron algunos encontronazos y episodios violentos con algunos supuestos partidarios del presidente mexicano.
Sicilia ha defendido la necesidad de llevar a cabo «una política de Estado basada en la verdad, la justicia y el respeto», y de no caer de nuevo en los errores del pasado, el cual, ha dicho, sigue «destruyendo» la sociedad mexicana.
No obstante, si bien ha reconocido que los problemas de seguridad han sido heredados de gobiernos anteriores, ha criticado que el actual continúe sin ejecutar las medidas necesarias para atajar una situación de inseguridad, que al año pasado dejó 35.000 víctimas, tal y como ha detallado el periódico local ‘El Universal’.
Sicilia ha insistido en la creación de mecanismos internacionales que fomenten la investigación y la sanción de los delincuentes, así como un estudio de los patrones de actuación de la violencia en país y un mejor mecanismo para resarcir a las víctimas.
Al finalizar su discurso, las asociaciones de víctimas han presentado un escrito con propuestas en materia de seguridad ante el Palacio Nacional.
LÓPEZ OBRADOR EVITABA «SITUACIONES DE CONFLICTO»
El Gobierno, por su parte, ha rechazado que López Obrador haya querido menospreciar a los manifestantes, tal y como alertaron algunas voces, entre ellas, la de Sicilia, quien días antes aseveró que en caso de que el presidente no se reuniese con la caravana, sería «un menosprecio al país».
Por su parte, el presidente mexicano ha explicado este lunes que no ha podido recibirles porque no quería «que se presentasen situaciones de conflicto» en las que pudiera estar directamente involucrado, pero sí, ha destacado, «se dio la instrucción de que fuesen atendidos».
En ese sentido, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ha prometido que se celebrarán «cuantas reuniones sean necesarias» y ha insistido también, en la necesidad de trabajar de manera conjunta con el fin de lograr «verdad y paz».