El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este jueves que el líder opositor Leopoldo López utiliza las instalaciones de la Embajada de España en Caracas, donde permanece en calidad de «huésped», para «conspirar para matar a líderes políticos y militares» venezolanos.
«El prófugo de la Justicia Leopoldo López está utilizando las instalaciones de la Embajada de España para conspirar en contra de Venezuela», ha señalado Maduro en declaraciones desde el Palacio de Miraflores, antes de explicar que, por ello, ha ordenado al ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, que se ponga en contacto con el Gobierno español para que «tome cartas en el asunto».
«Le he dicho al ministro de Exteriores que haga las gestiones ante el Gobierno de España para que tome cartas en el asunto porque desde su Embajada en Caracas se está conspirando para matar a líderes políticos y militares de Venezuela», ha insistido Maduro.
El presidente de Venezuela alude así al presunto conocimiento que López tenía de un supuesto golpe de Estado contra su Administración planeado por el autoproclamado «presidente encargado» venezolano, Juan Guaidó. En concreto, el general retirado del Ejército Clíver Alcalá ha precisado que López sabía de estos planes, según informaciones del diario ‘El Nacional’.
La Fiscalía de Venezuela ha abierto una investigación contra Guaidó y Alcalá por el presunto golpe de Estado, que, según ha denunciado Maduro, estaba financiado y dirigido por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
La apertura de esta pesquisa se ha hecho pública después de que el Gobierno estadounidense presentara cargos penales contra Maduro y otros altos cargos de su Gobierno por narcotráfico y por su presunta connivencia con la extinta guerrilla de las FARC y sus disidencias.
López se refugió en la Embajada de España en calidad de «huésped» tras el fracaso de la ‘Operación Libertad’, con la que él y Guaidó pretendían desahuciar a Maduro de Miraflores contando con el apoyo de «un grupo importante» de militares que no llegó a producirse.
El líder opositor fue condenado a casi catorce años de cárcel por incitar a la violencia durante las revueltas opositoras de 2014, que dejaron un saldo de más de 40 muertos. Tras pasar por el penal militar de Ramo Verde, se le concedió la medida de «casa por cárcel».