La reciente dimisión del comandante en jefe del Ejército, el general Nicasio Martínez, se habría debido a su implicación en las «chuzadas» o escuchas y seguimientos ilegales a congresistas, magistrados y periodistas y no por motivos familiares, según revela una investigación de la revista colombiana ‘Semana’. Entre los cargos espiados estaría la magistrada de la Corte Suprema Cristina Lombana, quien paradójicamente había sido oficial del Ejército, aunque estaba de actualidad porque participa en la investigación al expresidente Álvaro Uribe abierta por este tribunal.
Uno de los oficiales del Ejército que cita ‘Semana’ asegura que recibió orden expresa de que los seguimientos y monitoreos a los interceptados se le entregara esa información a un «reconocido integrante del Centro Democrático», el partido de Uribe y del presidente Iván Duque de quien no se cita su nombre.
Otro de los afectados fue el senador Roy Barreras, quien en noviembre pasado lideró la moción de censura contra el exministro de Defesa Guillermo Botero, pero además fue quien denunció que en una operación del Ejército contra un jefe de las disidencias de las FARC, alias ‘El Cucho’, murieron siete menores de edad, información que ocultaba el Ejército.
Tras conocerse el escándalo, el presidente Duque ha abogado por investigar lo ocurrido y ha retirado que Martínez dejó el cargo por motivos familiares. «Aquí hay cero tolerancia con cualquier conducta de miembros de la Fuerza Pública que atente contra la Constitución y la ley. Esa es la instrucción que han tenido siempre todos los comandantes», ha declarado Duque, según recoge la emisora Caracol Radio.
«Hoy tuve la ocasión de hacerles unas precisiones muy claras, tanto al general (Luis Fernando) Navarro, como al general (Eduardo) Zapateiro y al Ministro de Defensa (Carlos Holmes Trujillo), y es: hasta el fondo con todas las investigaciones sobre hechos de malas conductas», ha remachado.
Duque ha subrayado que «tenemos unas Fuerzas Militares que se han destacado siempre por ser unas Fuerzas Militares honorables y al servicio de los colombianos, y donde haya manzanas podridas llevarlos a que se les apliquen sanciones ejemplares».