Migrantes en la frontera con Estados Unidos
Human Rights Watch (HRW) ha presentado una queja formal en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos con el objetivo de que abra una investigación interna sobre el programa ‘Quédate en México’, por el cual el país envía a los migrantes no mexicanos a su vecino del sur a la espera de que se resuelvan sus solicitudes de asilo.
Los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), conocidos como el programa ‘Quédate en México’, permiten a Estados Unidos enviar a los migrantes no mexicanos a México a la espera de que se celebren sus vistas judiciales para el asilo en tribunales estadounidenses.
«Bajo el programa ‘Quédate en México’, el Departamento de Seguridad Nacional ha enviado conscientemente a decenas de miles de solicitantes de asilo vulnerables a través de la frontera donde las organizaciones criminales les dan caza», ha denunciado Ariana Sawyer, investigadora de HRW para cuestiones fronterizas en Estados Unidos.
La ONG ha explicado que «las organizaciones criminales secuestran a los migrantes asumiendo que la mayoría de los solicitantes de asilo del MPP tienen familiares en Estados Unidos que pueden extorsionar por unos miles de dólares», entre 2.000 y 20.000 por persona.
«El programa ha creado un ‘boom’ de explotación, convirtiendo a los solicitantes de asilo con familiares en Estados Unidos en un activo que añadir al beneficio de los cárteles», ha lamentado HRW.
A este respecto, ha citado el testimonio de un solicitante de asilo que fue secuestrado y cuyo captor le dijo que el cártel había tenido que contratar más sicarios porque estaba «saturado». «Ahora que Estados Unidos está deportando a tantos los estamos capturando y eso significa más trabajo», le dijo.
El estado mexicano de Tamaulipas es uno de sus principales cotos de caza. Solo entre noviembre de 2019 y enero de 2020 se han contabilizado 32 denuncias por secuestro o intento de secuestro de solicitantes de asilo del MPP, incluidos 38 niños y cuatro mujeres que sufrieron abusos sexuales.
Human Rights Watch ha alertado que la pandemia de coronavirus «ha aumentado los peligros para estos solicitantes de asilo, puesto que son obligados a esperar sus vistas judiciales en campamentos superpoblados con instalaciones de saneamiento limitadas y rudimentarias donde la distancia social es imposible».
Para frenar estos abusos, HRW ha presentado una queja formal ante el Departamento de Seguridad Nacional para que lleve a cabo una investigación interna en la que «rinda cuentas por su fracaso a la hora de proteger a los solicitantes de asilo bajo el MPP».
«El inspector general debe investigar y actuar, puesto que el Departamento de Seguridad Nacional ha pisoteado las leyes federales y el Derecho Internacional al devolver a estos solicitantes de asilo al dolor», ha exigido al ONG.
«Los migrantes que huyen de la persecución tienen derecho a seguir sus casos de asilo en Estados Unidos», ha defendido Sawyer, urgiendo a Seguridad Nacional a «cesar inmediatamente las devoluciones de solicitantes de asilo a Tamaulipas y poner fin al abusivo programa ‘Quédate en México'».
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