El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, ha celebrado este martes que el también líder opositor Leopoldo López, que llegó el pasado domingo a España, haya podido hablar «libremente», aunque se encuentre en un «exilio forzoso».
«Tras casi siete años secuestrado por la dictadura, Leopoldo López pudo hablar libremente, aunque en exilio forzoso», ha escrito Guaidó en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, Guaidó también ha destacado que «en el sacrificio de los exiliados, presos políticos y mártires se sustenta la lucha por la democracia y libertad», y «ese sacrificio se convertirá en el abrazo del futuro», ha concluido.
Por su parte, López ha reiterado en su cuenta de esta red social que «no quería salir de Venezuela, siempre lo dije», pero que las circunstancias lo han obligado para «ser más útil en un equipo que lucha sin descanso por lograr la libertad».
López llegó a España este domingo tras abandonar la Embajada española en Caracas y después de cruzar clandestinamente la frontera entre Venezuela y Colombia. Dos personas fueron detenidas tras la marcha de López de Venezuela por parte de las fuerzas de seguridad por presuntamente facilitar su salida.
El dirigente fue condenado a casi catorce años de cárcel en 2015 por, según sostiene la Justicia venezolana, incitar a la violencia en las revueltas opositoras de 2014 contra el Gobierno de Maduro. Tras pasar por la cárcel militar de Ramo Verde, en Caracas, fue puesto en arresto domiciliario.
Desde el 30 de abril de 2019 López permanecía en la Embajada de España en Caracas, cuando se refugió en las instalaciones diplomáticas tras la Operación Libertad, un conato de golpe militar contra Maduro en el que López fue liberado de su arresto domiciliario por sus propios captores.
El líder opositor ha ofrecido este martes unas declaraciones en una rueda de prensa en la que ha recalcado que Venezuela «será libre» no por la fuerza de «agentes externos» sino por la fuerza de los propios venezolanos y en coordinación con el «mundo libre», al tiempo que ha llamado a incrementar la presión para que se puedan celebrar elecciones «libres y justas».